Danzando arrastrados por la fe
Desde Huaco, un grupo de devotos recorrió 400 kilómetros para participar en la festividad de la Virgen de Andacollo en Chimbas, reafirmando la unión de las comunidades a través de la fe. Mirá los videos.
La tarde dominguera se llenó de ritmos y bailes. Variados, distintos pero unidos por la fe. Centenares de personas inundaron las calles de Villa El Salvador de Chimbas detrás de la imagen de la Virgen de Andacollo, que como todos los años el pasado domingo celebró su fiesta con una procesión y una multitud de parroquias y templos invitados.
Entre ellos la Iglesia de San Nicolás del Alto de Huaco, del departamento de Jáchal a quienes no les importó recorrer 400 kilómetros entre ida y vuelta para cumplir con la invitación y estar presentes en la celebración.
La Virgen de Andacollo de origen chileno cuenta con enorme cantidad de fieles en distintos lugares de la provincia que como ofrenda le danzan y de distinta forma. El domingo esas diferencias se destacaron nítidamente. En Huaco es una de las festividades populares más añejas, ya desde la década de 1950 se reza la novena y la procesión con culminación en una fecha muy significativa para el Cristianismo en coincidencia con la Natividad, el 26 de diciembre en un pequeño vecindario llamado precisamente Capilla.
Hasta cerca de los "90 la festividad se realizó en ese lugar en la vivienda de Pedro Aballay donde se erigió una humilde Capilla a la que concurrían a danzar los Chinos (así se los denomina a los bailarines), de todo el pueblo. Luego la celebración pasó a la Iglesia de la Virgen del Rosario del Centro de Huaco.
El domingo unas 40 personas, entre danzantes y promesantes huaqueños, la homenajearon con su particular despliegue fiel al estilo con el que le bailan en Huaco, al son de una guitarra, una caja y un triángulo de hierro que marcan el ritmo de los danzantes vestidos con los característicos colores de la virgen.
Con el esfuerzo de todos y el apoyo del intendente de Jáchal, Matías Espejo, la comunidad religiosa de El Alto pudo viajar aunque, según contaron, otras parroquias huaqueñas también habían sido invitadas y no pudieron hacerlo.
Dicen que no será la única vez, que volverán y además para fin de año esperan en el Vallecito a los que el domingo fueron sus anfitriones.