Vallejos amplió la denuncia en el pedido de Juicio Político a miembros de la Corte| Abrir nota completa...
Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.diarioelzondasj.com.ar/a/320657
Día del trabajador minero

Con 22 años, una sanjuanina rompe barreras al convertirse en topógrafa en Veladero

Adriana Cortez dejó la comodidad de su hogar para poder sumarse a uno de los proyectos más importantes de San Juan. 

A los 22 años, Adriana Cortez se ha convertido en una de las trabajadoras más jóvenes de Veladero, el icónico proyecto minero de San Juan. Originaria de Tudcum, un pequeño poblado donde la minería representa un pilar económico fundamental, Adriana dejó su hogar y enfrentó sus propios temores para buscar una oportunidad en una industria históricamente dominada por hombres.

El trabajo de topógrafa que desempeña Cortez es crucial y representa una responsabilidad enorme, ya que en sus manos está la precisión de las mediciones que permiten llevar a cabo las excavaciones y las explosiones controladas que posibilitan la extracción minera. Con determinación, Adriana ha hecho de la minería su vocación, adaptándose a las exigencias de trabajar a más de 4500 metros sobre el nivel del mar, en un entorno donde el clima es implacable y la distancia de su familia es una constante.

"Presenté el CV pensando que no me iba a tocar, por suerte me llamaron y me hicieron la entrevista, me capacitaron y cuando llegué acá arriba primero estuve un poco perdida", recuerda Cortez sobre su primer acercamiento a Veladero. A pesar de su juventud y de los desafíos que enfrentó desde el inicio, Adriana se ganó su lugar en el equipo, donde la colaboración y el compañerismo se han vuelto sus mayores aliados. "A otras chicas les digo que se animen, que aquí siempre hay alguien que las va a apoyar", comenta, animando a más mujeres a considerar la minería como una carrera viable y a superar los prejuicios que rodean al sector.

Para Adriana, dejar Tudcum no fue fácil. La unidad familiar era central en su vida, y la idea de distanciarse de ese entorno le generaba temor. Sin embargo, impulsada por la necesidad de aportar económicamente y abrirse a nuevas oportunidades, dio el paso. "Fue difícil salir de Tudcum, éramos muy unidos, sentí miedo, pero después cuando empezas a conocer a la gente le agarras la mano", reflexiona, mostrando cómo ha encontrado una segunda familia entre sus colegas.

La historia de Adriana Cortez es un reflejo de la evolución de la industria minera y de los nuevos espacios que se están abriendo para las mujeres. Su valentía y determinación para desafiar las convenciones inspiran a más jóvenes a perseguir sus sueños, sin importar las barreras que puedan enfrentar en el camino.

Últimas noticias

Ver más noticias