La encrucijada de la astronomía argentina: Entre la expansión del conocimiento y la crisis del financiamiento
En el Día Nacional de la Astronomía, que se conmemora por una observatorio que puso Sarmiento, un astrónomo sanjuanino reflexiona sobre la situación actual, el desfinanciamiento y el gran momento de esta ciencia a nivel mundial.
Este jueves 24 de octubre se celebra el Día Nacional de la Astronomía en Argentina, en conmemoración de la fecha de apertura, en Córdoba, del primer observatorio astronómico del país, inaugurado en 1871 por el presidente sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento. En este contexto, Zonda Diario dialoga con Eric González, un astrónomo que se desempeña en el Observatorio Astronómico Félix Aguilar, quien analiza la situación actual de la astronomía, un campo que presenta grandes oportunidades de descubrimientos tanto en el presente como en los próximos años. Sin embargo, González también pone el foco en la desfinanciación progresiva que ha venido sufriendo la ciencia, y por lo tanto la astronomía, y el impacto negativo de esto, especialmente en un contexto donde se debate lo que se invierte en educación a nivel nacional.
"El observatorio que fundó Sarmiento fue una de las grandes innovaciones que trajo a Argentina, y sus críticos en su momento dijeron que era ridículo hacer una inversión en eso, pero Sarmiento prácticamente les cerró la boca a todos porque un país que no puede invertir en ciencia no puede esperar tener progreso. Lo digo parafraseando, pero ese era el sentido de lo que él expresó", explica el astrónomo sanjuanino.
En este contexto, destaca que en toda Latinoamérica no había ningún observatorio con el instrumental que se compró a precios europeos, y que fue "importante durante mucho tiempo. Esto ha hecho que la visión que tenemos en Argentina en materia de investigación astronómica sea centenaria, y ha elevado el nivel de nuestros investigadores físicos y astrónomos, algo que no existe en otros lugares de la región. Quizás hemos sido superados por la astronomía en Chile, debido a los grandes desarrollos de los observatorios en el desierto de Atacama, pero nos estamos recuperando con grandes proyectos, como el radiotelescopio chino-argentino que se está armando aquí en San Juan", comenta a este medio.
"Lo que se celebra es una enorme apuesta que hizo el país al desarrollo de las ciencias básicas, lo cual en ese momento parecía algo fuera de lugar en un país que recién estaba comenzando a alfabetizarse. Fue un esfuerzo enorme; muchos criticaban a Sarmiento señalando que esto era un lujo. Pero este observatorio trajo un desarrollo inmenso al país, con científicos de alto nivel que luego propagaron ese conocimiento. Si tenés científicos de primera línea, ellos pueden formar profesionales en otras áreas a partir de lo que saben", explica Eric González.
"Contrasta mucho con la situación actual, donde nuevamente se ve a la ciencia como un lujo, y hasta se la trata como un enemigo ideológico. En este momento, parece que estamos yendo un poco en contra del legado de Sarmiento, y es importante recordarlo ahora más que nunca", reflexiona el científico sobre el contexto actual y el debate sobre la educación universitaria.
"Sarmiento trajo instrumental de punta y a uno de los mejores astrónomos, como lo fue Benjamin Gould, para que se hiciera cargo y trabajara en Argentina. Hoy en día, hay científicos de primerísimo nivel que están aquí, pero muchos están considerando irse. Y cuando alguien se va al exterior, deja un hueco en las instituciones donde trabaja", señala. En este sentido, agrega: "Estos profesionales de primer nivel son formadores de formadores. Los investigadores senior forman líderes de grupo, que luego forman a estudiantes de doctorado, y ellos a su vez enseñan a los estudiantes en las licenciaturas. Cuando se van los científicos de primera línea, quedan huecos gigantes en la formación, y se tarda 15, 20 o 30 años en que una institución recupere lo que se pierde en dos años de éxodo. Esto ya pasó en los 90 y está sucediendo ahora", alerta el astrónomo.
Va a costar muchísimo recuperar lo que estamos perdiendo debido al desfinanciamiento, aunque sea algo momentáneo .
En este sentido, también reconoció que las instituciones de astronomía "ya venían en una situación difícil, no solo por la situación del país, sino por el contexto mundial. Desde la pandemia en adelante, se ha complicado el acceso a instrumental, y en astronomía esto es extremadamente caro. Nosotros hemos tenido instrumentos que han estado fallando y hemos estado bastante tiempo sin poder utilizarlos, porque no es fácil repararlos".
No hay plata para trabajar junto a los mejores del mundo
Asimismo, destaca que actualmente se complica el traslado a congresos o la organización de reuniones conocidas como networking, donde astrónomos de todo el mundo vienen a trabajar en conjunto con colegas locales y compartir su conocimiento.
"Hay instituciones que no están funcionando porque se les acaba el contrato de alquiler y no se renueva, por lo que no tienen dónde ir. Más allá de la situación difícil de financiamiento que venía desde antes de este gobierno, lo de ahora es realmente crítico", lamenta.
Una carrera oideal para ser parte d ela historia de los nuevos descubrimientos
"Es una época muy interesante para la astronomía, por la increíble cantidad de información que tenemos, con la cantidad de telescopios y sistemas automatizados, además del acceso a la información pública de los telescopios. Yo mismo estoy haciendo una tesis doctoral íntegramente con datos públicos de telescopios de todo el mundo", introduce respecto a las buenas posibilidades que hay en cuanto a la astronomía a nivel mundial.
"La astronomía en este momento es una rama de la física muy desafiante e interesante. Estamos viviendo una revolución en la astronomía, comparable a la época en que empezamos a utilizar placas fotográficas o cuando se desarrollaron las cámaras digitales que hoy tenemos en los teléfonos. Estos fueron algunos de los grandes saltos que tuvimos en esta ciencia, de la mano de avances en la física, como la física cuántica, que a principios del siglo pasado dio lugar a la astrofísica y al intento de entender las atmósferas de las estrellas", ejemplifica Gonzalez.
"También podemos compararlo con el universo que se comenzó a observar a través de las cámaras digitales, o con la cantidad de información sin precedentes que obtuvimos cuando empezó a trabajar el telescopio Hubble. Hoy en día, hay una cantidad enorme de información, lo cual hace que el trabajo del astrónomo también esté relacionado con la programación, la inteligencia artificial, el machine learning y el procesamiento de datos", agrega.
"Los chicos que hoy se forman en la Universidad Nacional de San Juan, una de las primeras cosas que aprenden es a desarrollar programas en Python, porque es fundamental para procesar toda la información que manejamos actualmente", explica González.
En resumen, la astronomía y sus profesionales se encuentran en medio de dos realidades opuestas: por un lado, el comienzo de una era de grandes descubrimientos, y por el otro, una crisis nacional que dificulta el desarrollo y la continuidad de las investigaciones en ciencias básicas. Hoy, más que nunca, se reabre el debate sobre si la inversión en ciencia es un lujo o una necesidad indispensable para el progreso del país, algo que muchos ya tienen definido.