Cuidado de la piel en la estación más húmeda

La primavera es más húmeda que el invierno. Por esta razón, los niveles de hidratación de la piel aumentan y mejora el estado de la barrera cutánea. Sin embargo, la piel, que ha estado extremadamente seca durante el invierno, necesita una hidratación extra. Este cuidado debe reforzarse en épocas de cambio de estación, como es el caso de la primavera.

Es cierto que el frío del invierno provoca más sequedad, y con el ligero ascenso de las temperaturas, la piel genera por sí sola un poco más de grasa. Sin embargo, este aumento puede provocar la aparición de granitos, alergias, manchas, entre otros problemas.

Por ejemplo, una de las afecciones cutáneas más importantes es la rosácea. La dermatitis atópica y las arañas vasculares por vasodilatación son otras afecciones habituales en esta época, que suelen aparecer más en pieles atópicas, sensibles o muy secas. Estos síntomas no solo afectan al rostro, sino también a otras zonas del cuerpo.

Si bien una parte es genética, se pueden combatir algunas de estas afecciones con hábitos saludables. Beber mucha agua y tener una alimentación rica en frutas y verduras, que también ayudan a hidratar, es fundamental. Además, es recomendable incluir alimentos con grasas saludables, como nueces, salmón o palta.

En cuanto a la cosmética para la piel muy seca y agrietada, debemos prestar atención a zonas que no siempre cuidamos, como las rodillas, los talones y los codos, que pueden sufrir problemas como la psoriasis. Cualquier crema que usemos debe aplicarse de noche y de manera exclusiva en la zona a tratar.

Es importante recordar que, antes de ser visibles, los problemas de la piel siguen un proceso gradual: de piel seca a muy seca, y luego a extremadamente seca. En este último caso, suelen aparecer grietas, desprendimiento de capas o láminas, y un picor bastante molesto, resultado de la pérdida de lípidos y factores naturales de hidratación.

Las hormonas, la edad y los genes son otros factores que influyen en la aparición de la piel seca. Los baños prolongados y con agua caliente, tan comunes en los días fríos, tampoco ayudan a la piel; por lo tanto, es recomendable limitar tanto su duración como la temperatura del agua.

Es fundamental cuidar la piel con cremas específicas para contribuir a mantenerla en buen estado. Lo ideal es usar protector solar (FPS) durante todo el año, pero esto se vuelve especialmente importante ahora que aumentan las horas de luz y comenzamos a exponernos a los primeros rayos del sol. Recuerda que estos rayos inciden sobre una piel que ha estado oculta durante meses bajo capas de ropa, por lo que es esencial extremar el cuidado y evitar una exposición prolongada al sol.

TIPS PARA CUIDAR LA PIEL EN PRIMAVERA

• Usa un exfoliante: los exfoliantes ayudan a remover las células muertas de la piel, dejándola renovada y fresca.
• Usa protector solar.
• Hidrátate.
• Come frutas y vegetales.
• Presta atención a tus manos, codos, rodillas, tobillos y pies.
• Personas diabéticas, atención a las zonas con pliegues.