Su pareja lo denuncia por violencia y él amenaza con quemarse a lo bonzo

En una tarde de máxima tensión, un hombre identificado por fuentes policiales con el apellido Guarjardo, de 38 años, se atrincheró en su vivienda del barrio Nuevo Cuyo, ubicado en Rivadavia.

Según fuentes policiales, Olivera se encontraba bajo los efectos de cocaína y amenazaba con prenderse fuego él y la casa si alguien intentaba ingresar.

El hecho comenzó cuando su pareja lo denunció en la Unidad Fiscal de Violencia de Género (CAVIG) por un nuevo episodio de violencia, dijeron las fuentes.

Olivera, quien había sido liberado recientemente tras una detención previa, volvió a golpear a la mujer,  horas antes de encerrarse en la casa.

En su estado de alteración, roció el lugar con sustancias inflamables, colocó muebles para bloquear la entrada y exigió la presencia de su pareja, con quien había sufrido la pérdida de un hijo de 11 años tan solo diez días atrás, ya que tenía intenciones de inmolarse, explicaron las fuentes.

El escenario era crítico. Bomberos, una ambulancia, y fuerzas especiales del grupo GERAS se desplegaron en el lugar. El móvil policial Halcón 8, junto con unjefe policial y el negociador, intentaban persuadir al hombre de deponer su actitud.

"Si no la traen, me prendo fuego", habría manifestado el hombre, intensificando la situación. La casa, con una única puerta de ingreso y rejas en las ventanas, representaba un verdadero desafío para las fuerzas de seguridad.

Pasaron horas de tensión mientras los agentes negociaban con él. Finalmente, gracias a la intervención del negociador, se logró reducir a Olivera sin que nadie resultara herido.

Las fuentes confirmaron que, tras una intervención delicada y calculada, la situación fue controlada y el hombre fue detenido nuevamente.