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Jueves 19 de Septiembre, 2024
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Agroalimentos

Según CAME, los consumidores pagan 220% más que los productores

En agosto, los precios de los agroalimentos en góndola fueron un 220% más altos que los recibidos por los productores. La participación del productor en el precio final cayó al 30,9%

Los consumidores pagan 220% mas del precio que recibe el productor

En agosto de 2024, los precios de los agroalimentos en góndola fueron un 220% más altos que los recibidos por los productores, según el Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD) de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Esta brecha significativa evidencia la disparidad en el valor final de los productos agroalimentarios, que en promedio se multiplicaron por 3,2 veces desde el campo hasta la góndola. Los consumidores pagaron $3,2 por cada $1 que recibió el productor, reflejando un aumento considerable en el costo de los alimentos.

Caída en la participación del productor
Durante el mes de agosto, la participación del productor en el precio final de los agroalimentos cayó al 30,9%, marcando una disminución del 13,4% en comparación con el mes anterior. En julio, la participación del productor había sido del 35,7%, lo que implica una reducción cercana a los 5 puntos porcentuales en solo un mes. Esta caída en la participación del productor pone de relieve los desafíos económicos que enfrentan los productores agropecuarios.

Entre los productos agroalimentarios, los productores de pollo registraron la mayor participación en el precio final, con un 52%. En contraste, los productores de limón experimentaron la menor participación, con solo un 6,5%. Esta disparidad subraya cómo las condiciones del mercado y la dinámica de la oferta y demanda afectan de manera desigual a distintos sectores.

Factores detrás de la brecha de precios
Desde CAME, se explicó que la disminución en la demanda de agroalimentos, que alcanzó aproximadamente el 35% en agosto, se debió en gran parte a la reducción del poder adquisitivo de los consumidores y la falta de ajuste en los precios por parte del mercado. "Los productos perecederos, que suelen tener una vida útil limitada, forzaron a mayoristas y minoristas a aceptar menores márgenes de ganancia. Además, los costos en insumos dolarizados, tasas municipales, transporte, logística, arrendamientos, combustibles y salarios han aumentado considerablemente", afirmaron desde CAME.

Según

En números los detalles de la disparidad

el último Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, los alimentos en general aumentaron un 3,6% en agosto, mientras que las verduras y frutas registraron incrementos de 1,7% y 4%, respectivamente, en el segmento mayorista. Este aumento general en los precios refleja las presiones inflacionarias y los desafíos en la cadena de suministro.

Brechas en productos frutihortícolas y de origen animal
El análisis de los precios revela que los productos frutihortícolas tienen una brecha mucho mayor entre el campo y la góndola en comparación con los productos de origen animal. En agosto, los precios de 19 frutas y hortalizas se multiplicaron por 4,1 veces desde el campo hasta la góndola, lo que representa un incremento del 15,6% en comparación con el mes anterior.

Entre los productos con mayores brechas se encuentran el limón, con una diferencia de 15,4 veces, y la mandarina, con 10,5 veces. El limón, en particular, ha enfrentado dificultades persistentes. En agosto, su precio aumentó un 1% en origen y un 17,4% en destino. "Algunos productores han optado por no cosechar debido a que el precio pagado por las industrias no cubre los costos de producción", explicaron desde CAME. La mandarina también mostró incrementos, con un aumento del 1,4% al productor y del 14,8% al consumidor. La buena calidad y el alto volumen de la campaña, junto con la incapacidad de las industrias para procesar toda la fruta, han llevado a un exceso de oferta y precios que no cubren los costos.

En el caso de las frutas de pepita, como la manzana y la pera, los precios también variaron. La manzana experimentó un aumento en el precio al productor del 20,7% debido a la cantidad de fruta almacenada en cámaras de frío, mientras que el precio en destino subió un 1,7%. La pera, por otro lado, vio una disminución en el precio al productor del 5,5% debido a una baja demanda y un ajuste con respecto al mes anterior, mientras que el precio en destino aumentó un 4,3%.

La lechuga, otro producto frutihortícola, presentó una disminución en los precios tanto al productor (39,3%) como al consumidor (0,1%), debido a un incremento en la oferta.

Productos con menores brechas
Entre los productos con menores brechas entre el campo y la góndola, destacan los de la canasta frutihortícola. El zapallito, con una brecha de 2,1 veces, mostró una disminución en los precios tanto al productor (37,7%) como al consumidor (34,2%), debido a las heladas que afectaron su calidad. El pimiento, con una brecha de 2,4 veces, también presentó una baja en los precios al productor (25%) y al consumidor (4,5%).

La frutilla se ubicó como la única fruta con una menor brecha de campo-góndola del mes, con una brecha de 2,3 veces. Aunque su precio en destino disminuyó un 16,1%, en origen aumentó un 1,2%.

En el sector de origen animal, los productos mostraron menos disparidades en los precios. El pollo, con una brecha de 1,9 veces, vio un aumento en el precio al productor del 18,5% y una disminución del 0,6% en destino. Los huevos, con una brecha de 2 veces, aumentaron un 5,4% en góndola y disminuyeron un 1% al productor. Ambos productos enfrentan variaciones en los costos estructurales, con una baja en los precios de los alimentos balanceados utilizados en su producción.

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