"Ahora es el momento de comenzar a hablar de un RIPY"

Luego del encuentro de la Unión Industrial Argentina (UIA), celebrado con la presencia del presidente Javier Milei y altos funcionarios del gobierno nacional, Hugo Goransky, miembro del Consejo Directivo de la UIA y dirigente sanjuanino, hizo un profundo análisis de la situación del sector industrial en el país y planteó la necesidad urgente de crear un Régimen de Incentivo a las Pymes (RIPY). Este régimen, según Goransky, podría convertirse en una herramienta fundamental para fomentar el crecimiento y la inversión en las pequeñas y medianas empresas, que son el motor del empleo genuino y del desarrollo económico en Argentina.

Un pedido urgente al gobierno: nivelar la cancha para la industria
Durante el evento, Goransky subrayó la importancia de "nivelar la cancha" para las industrias nacionales, haciendo eco del discurso del presidente de la UIA, Funes de Rioja, quien resaltó que "sin industria no hay nación". Este lema resume la necesidad de un enfoque federal en el desarrollo industrial y la relevancia de las pymes como pilares fundamentales del tejido económico argentino. El dirigente destacó que la UIA está integrada por cámaras regionales y sectoriales que representan a los principales sectores industriales del país, desde la minería hasta la metalurgia, y todas comparten una visión común de promover un desarrollo federal, inclusivo y competitivo.

En su análisis, Goransky no evitó mencionar los desafíos que enfrenta la industria argentina en la actualidad. Las pymes, en particular, están sometidas a una alta presión fiscal, con más de 165 impuestos que dificultan su competitividad en el mercado interno y externo. "No tenemos problemas en competir", afirmó Goransky, "pero necesitamos igualdad de condiciones frente a la apertura de importaciones que no consideran la generación de empleo y el valor agregado local". Según el dirigente, la falta de una cancha nivelada afecta a toda la cadena productiva, desde las microempresas hasta las grandes industrias, y se traduce en una baja en el consumo y en la actividad económica en general.

El RIPY como respuesta a las asimetrías y promotor del desarrollo federal
En este contexto, Goransky propuso la creación del RIPY, un Régimen de Incentivo para las Pymes que buscaría equiparar los beneficios impositivos otorgados a las grandes industrias mediante el Régimen de Incentivo a la Gran Industria (RIGI). "El RIPY permitiría que las pymes puedan acceder a incentivos similares, favoreciendo nuevas inversiones y la expansión de las industrias en todo el territorio nacional", explicó Goransky. Este régimen sería una respuesta directa a las asimetrías regionales que históricamente han desfavorecido a las industrias del interior, especialmente en provincias como San Juan, donde los costos logísticos y de transporte pueden ser hasta un 30% más altos que en los grandes centros urbanos.

Además, Goransky argumentó que la implementación del RIPY contribuiría a resolver problemas estructurales del sector, como la falta de previsibilidad y la dificultad para programar inversiones a largo plazo. "Con estabilidad, las industrias pueden planificar mejor, agregar valor a sus productos y competir en el mercado global", sostuvo. Resaltó que muchas industrias argentinas aún no han logrado tecnificarse adecuadamente debido a las barreras, a la importación de insumos esenciales y la falta de incentivos claros para la modernización tecnológica.

Una propuesta integral para la competitividad y la modernización laboral
La propuesta de la UIA, expuesta en el "Libro Blanco" abarca una serie de medidas destinadas a mejorar la competitividad de la industria argentina en el contexto internacional. Entre estas, Goransky destacó la necesidad de una reforma impositiva integral que alivie la carga fiscal sobre las empresas, permitiéndoles reinvertir en sus operaciones y expandirse. Asimismo, propuso una modernización laboral que facilite la creación de empleo sin los costos y riesgos asociados a la actual legislación laboral, a menudo vista como un obstáculo por los industriales.

El dirigente también se refirió a la importancia de generar confianza y estabilidad para atraer inversiones. "El mejor plan económico para Argentina es uno que brinde confianza", afirmó Goransky, subrayando que la previsibilidad y la seguridad jurídica son esenciales para que los emprendedores y los ahorros de los argentinos se canalicen hacia inversiones productivas en lugar de buscar refugio en divisas extranjeras.

Diálogo y cooperación con el gobierno: un camino hacia el futuro
Goransky valoró la apertura al diálogo mostrada por el presidente Milei y su equipo, destacando que, aunque algunas posturas puedan generar desacuerdos, es fundamental centrarse en los puntos en común que promueven la generación de empleo y el desarrollo industrial. Según Goransky, Milei expresó su apoyo a la reducción de impuestos como una forma de mejorar la competitividad y señaló que "cuando el Estado da trabajo, es para los amigos, pero cuando lo hace la empresa privada, es para generar riqueza". Estas palabras, según el dirigente, reflejan la necesidad de un entorno más favorable para el sector privado, donde las empresas puedan prosperar y contribuir al crecimiento económico del país.

Goransky concluyó su intervención llamando a una colaboración continua entre la UIA y el gobierno para implementar las reformas necesarias que impulsen el sector industrial. "Necesitamos un enfoque integral que incluya políticas de desarrollo federal, incentivos para la modernización tecnológica y un marco regulatorio que promueva la inversión y el empleo genuino". Para el dirigente sanjuanino, el camino hacia una industria fuerte y competitiva pasa por reconocer y apoyar a las pymes como actores clave del crecimiento económico y social de Argentina.