Cierra Soppelsa, estaba a punto de cumplir un siglo
La histórica heladería que marcó la infancia de muchos sanjuaninos también dice adiós en Mendoza, a punto de cumplir un siglo de vida.
En una noticia que ha causado una ola de nostalgia en Mendoza, la emblemática heladería Soppelsa ha cerrado definitivamente sus puertas. Este icónico establecimiento, que estuvo a punto de alcanzar el centenario, se encontraba en la esquina de España y Las Heras desde la década de 1930, y ha sido parte fundamental del paisaje urbano y la cultura mendocina durante más de 90 años.
El cierre de la heladería ha generado una mezcla de tristeza y melancolía entre los residentes. "Cuando era chico he jugado en esas veredas, ahora que paso por allí me invade la tristeza", comentó Flavio Soppelsa, uno de los miembros de la familia fundadora. La razón detrás del cierre es lamentablemente una cuestión de salud, que obligó a la disolución de la sociedad de los hermanos Soppelsa. La cartelería y el toldo del local ya han sido retirados, dejando solo el armazón de caños blancos y muebles inmóviles en el interior.
La historia de Soppelsa comenzó en 1924, cuando Don Pedro Soppelsa emigró desde Forno di Zoldo en Italia y llegó a Buenos Aires. Tras varios intentos en Cacheuta y Luján, su hermano Guerrino se estableció en Mendoza en 1927 y abrió la primera heladería en la ciudad. En 1928, otra sucursal llegó a San Juan, pero después de años de especulación sobre su regreso, esta nunca se concretó. La heladería se convirtió en un símbolo de la tradición familiar y un referente en el rubro de los helados artesanales en Argentina.
Desde sus humildes comienzos en una habitación con piso de tierra en Mendoza, la heladería Soppelsa evolucionó y se diversificó, ganándose el cariño de los mendocinos y de quienes la conocieron en otras provincias. Su fama no solo se debió a la calidad de sus helados, sino también a la amabilidad de su personal, creando recuerdos entrañables para generaciones enteras.
La noticia del cierre resuena también en San Juan, donde la heladería Soppelsa dejó una huella indeleble en los corazones de quienes disfrutaron de sus productos en el pasado. Aunque hubo rumores de un posible regreso, la realidad es que la heladería no pudo superar los desafíos actuales y se ha retirado del mercado, llevando con ella una parte importante de la historia y la tradición familiar.
La marca Soppelsa, que también tuvo presencia en Córdoba hasta 2022, ha sido un pilar en la producción de helados artesanales, destacándose como la primera en ofrecer helados en camiones en la puerta del Parque mendocino y en ser pionera en el país en esta especialidad.
Con el cierre de esta heladería, se va un pedazo de historia que ha sido testigo de muchos momentos felices y familiares a lo largo de casi un siglo. La familia Soppelsa, que ha trabajado incansablemente para mantener viva la tradición, ahora se enfrenta a un adiós que marca el fin de una era. En San Juan, como en Mendoza, quedará el recuerdo de los helados que supieron deleitar a tantas generaciones.
