El Gobierno"rechaza la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología, son inventos subjetivos"

El Ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, compareció este martes ante la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados para exponer sobre las políticas del gobierno en materia de violencia de género y explicar el controvertido cierre del Ministerio de la Mujer. La sesión estuvo marcada por momentos de alta tensión, particularmente debido a los comentarios del ministro sobre la diversidad sexual y su enfoque en los valores familiares tradicionales.

Durante su intervención, Cúneo Libarona detalló los hallazgos que llevaron al gobierno a cerrar el Ministerio de la Mujer, destacando la ineficiencia operativa y el uso cuestionable de recursos. Según el ministro, de los más de 1.000 empleados que componían la entidad, solo 70 trabajaban de manera permanente, mientras que los otros 930 lo hacían a través de Zoom sin funciones claramente definidas ni contratos en regla. Además, criticó el gasto de 8 mil millones de pesos en 2023 sin resultados tangibles en la prevención y asistencia a víctimas de violencia de género.

El programa Menstruar, que incluía la adquisición de miles de copas menstruales, fue uno de los ejemplos que el ministro utilizó para ilustrar lo que denominó "mala gestión". Según Cúneo Libarona, el 90% de las copas fueron compradas antes de la creación del programa y nunca se presentó un informe de gestión al respecto. Asimismo, mencionó un proyecto de construcción en la calle Cochabamba que quedó inconcluso pese a una inversión significativa.

Más allá de los problemas administrativos, fue la postura del ministro sobre la diversidad sexual lo que desató las mayores controversias. Cúneo Libarona afirmó que el gobierno actual "rechaza la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología, son inventos subjetivos", y subrayó que "la familia es el centro de la sociedad y la educación". 

Estas declaraciones generaron una fuerte reacción por parte de la diputada radical Brenda Carrizo, quien le recriminó al ministro que deje de exponer sus posturas personales y respete las leyes vigentes. "Lo que necesitamos es que usted estudie", espetó Carrizo.

El ministro continuó su presentación leyendo extractos de discursos del presidente Javier Milei, en los que se afirmaba que "la violencia debe ser castigada sin importar el género del destinatario" y que el Ministerio de la Mujer representaba un gasto innecesario. Este acto provocó nuevas protestas entre los presentes, y en un momento de descuido, se escuchó al ministro justificarse ante un asesor diciendo: "No, boludo, esto está textual del discurso de Milei".

Reacciones de la Oposición:

El diputado Maximiliano Ferraro, visiblemente indignado, lamentó que al ministro "solo le faltó decir que (las identidades sexuales que no se alineen con la biología) están enfermos". Ferraro también criticó que el ministro desconociera los avances en derechos de las personas LGBT+ en las últimas décadas y le recordó que ser gay, lesbiana, travesti o transexual ha sido históricamente asociado a la discriminación y la marginación.

"Usted ha dicho una barbaridad", enfatizó Ferraro, quien instó al ministro a reconsiderar sus palabras y a respetar los derechos adquiridos por la comunidad LGBT+ en Argentina.

El tenso intercambio refleja las profundas divisiones en torno a las políticas de género y diversidad sexual en el país, y anticipa un complicado camino para la implementación de las nuevas políticas del gobierno en estas áreas.