Está privado de la libertad y se recibió de Técnico en Seguridad e Higiene

Daniel, actualmente privado de la libertad, se recibió recientemente de Técnicoen Seguridad e Higiene Laboral en la Universidad Siglo XXI; incluso pudo adelantar materias para hacerlo en el menor tiempo posible. Su historia es un ejemplo de superación y demuestra que la adversidad puede convertirse en una oportunidad para reencauzar sus decisiones y formar un proyecto de vida.

La necesidad de estudiar surgió en un momento crucial para Daniel. Durante el mes posterior a conocer su condena de 8 años, tuvo una reflexión profunda sobre su futuro. "Paré y dije, ¿Dónde estoy? ¿Qué hago?", recuerda. Fue en ese momento cuando decidió que quería cambiar su vida y se propuso estudiar para obtener una formación profesional.

Al ser privado de la libertad, enfrentó varios obstáculos para poder estudiar. Desconocía el sistema educativo disponible en el servicio penitenciario, pero poco a poco se fue adecuando y descubrió que era posible y que las oportunidades eran muchas. "Fue un mundo nuevo en el que me fui adaptando y me fui dando cuenta de que sí se podía", comenta Daniel.

Uno de ellos eran los permisos necesarios desde el Juzgado de Ejecución para contar con elementos básicos para el cursado virtual, como la disponibilidad de una computadora o un correo electrónico para enviar los trabajos prácticos. La Divisiónde Educación y su personal fueron fundamentales en este proceso, tomando tutela por Daniel y actuando como vínculo con la Universidad.

Los apuntes escritos también representaron un gran desafío. "Por los protocolos de Seguridad propios de la Requisa de un recinto penal, no se permite tanto flujo de papel, lo que complicaba el acceso a los materiales de estudio", explica. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, persistió y encontró maneras de seguir adelante con su formación académica.

Daniel habló sobre cómo el sistema penitenciario le brindó la oportunidad de estudiar. Comentó que el apoyo de familia y del personal penitenciario fue fundamental para su éxito estudiantil.

¿Qué dicen tus compañeros ahora que te recibiste?

Daniel: Ahora que estoy en otro sector, muchos me felicitan y ven en mí un ejemplo a seguir. Estar en los Espartanos también me ayudó mucho, no solo en lo académico, sino también espiritualmente.

¿Cuáles son tus próximos objetivos?

Daniel: Lograr la Licenciatura en Gestión Ambiental. Ese es mi objetivo a corto plazo y espero alcanzarlo aquí en el Servicio.

También, deseo ser un ejemplo de superación para el resto de las personas privadas de la liberad, ayudarles a estudiar, incentivarlos dándoles charlas y guiándolos en su trayecto académico.

¿Cómo fue estudiar en un entorno penitenciario?

Daniel:Requirió constancia porque no tenía acceso a los materiales de estudio todo el tiempo. Solo podía estudiar cuando me permitían tener los apuntes, es decir, cuando estaba en los módulos de Educación del SPP. Además, conseguir permisos para utilizar una computadora o enviar trabajos prácticos por correo electrónico fue un reto. La División de Educación me apoyó mucho, actuando como enlace con la Universidad y solicitándome cuanto podían para darme tiempo de estudio.

¿Cuántas horas a la semana podías dedicarle al estudio?

Daniel: Estudiaba alrededor de tres horas por día, tres veces a la semana. A veces no alcanzaba para los parciales, pero siempre encontraba la manera de acomodar mis horarios para poder cumplir con todo.

¿Qué mensaje le darías a otros compañeros que piensan en estudiar?

Daniel:Les diría que aprovechen la oportunidad. Es difícil, pero se puede. Estudiar me ha permitido ver la vida de otra manera y me ha ayudado a formarme como persona. Quiero decirle a mi hija cuando sea grande que sí estuve preso, pero usé ese error para crecer y darle un buen ejemplo de superación.

Daniel:es una muestra de que la adversidad puede ser una oportunidad para cambiar la vida. Su historia de superación es inspiradora y demuestra que, con esfuerzo y dedicación, es posible reencausar el rumbo y construir un futuro mejor, incluso en las circunstancias que nos parecieran ser más hostiles.