La dolorosa batalla de una madre sanjuanina por la educación de su hijo con TEA

Imagínese ser un papá o una mamá con un hijo que padece trastornos del espectro autista (TEA), problemas de aprendizaje, y lo peor de todo, que haya intentado suicidarse a los 8 años. Esta es la dolorosa realidad de M., una madre sanjuanina que vive con su hijo en Rivadavia y que enfrenta un momento de angustia y desesperación por la situación de su hijo, quien está excluido del sistema escolar y ha sufrido un bullying tan severo que lo ha llevado a decirle a su madre que no quiere vivir porque siente que el mundo no lo entiende.

La tragedia se desarrolla en la provincia de San Juan. M., madre del niño, dialoga con Zonda Diario para relatar su difícil situación. La mujer explica que su hijo asistía a la Escuela José Hernández. Según ella, el pequeño siempre tuvo dificultades con la escuela debido a problemas para pronunciar algunas palabras y, como resultado, fue víctima de bullying tanto de sus compañeros como del resto de la escuela. "Imagínate qué feo es ver que siempre que hacían trabajos en grupo, el que siempre estaba en el escritorio de la señorita era él, y nunca nadie formaba grupo con él", recuerda M. lamentando los episodios vividos.

Micaela continúa su relato, diciendo: "Hace dos años que  dando vueltas y llevándolo a médicos. Mi hijo fue internado en el Hospital Marcial Quiroga por una crisis y fue atendido por el psiquiatra, el doctor Morando. Luego, dejaron de atenderlo por el  domicilio, ya que vivíamos en Rawson. Después, lo llevé doctora Vanega que lo diagnosticó con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Antes de recibir este diagnóstico, viajé a Mendoza porque mi hijo, a los 8 años, intentó ahorcarse con una bufanda en el cuello. En ese momento, me vino el mundo abajo, y descubrimos que era debido al bullying que sufría en la escuela. Mi hijo se escondía en los armarios y miraba un punto fijo. La maestra me decían que no sabían qué hacer con él, que era un niño que no entendía".

Nunca pudo conseguir un DAI

Además, Micaela señala que nunca pudo conseguir una maestra de apoyo que acompañara a su hijo en la escuela, lo que también contribuyó a su exclusión. "Nunca pude encontrar una DAI (docente de apoyo integral) que trabaje con niños autistas. Me cobran entre $300.000 y $400.000,  por ir tres días por semana, una suma que no tengo", dice con tristeza.

M. sufre porque su hijo ha recibido mucha humillación y burlas. "Cuando empezó el segundo año, a mi hijo le dijeron que debía salir vestido de "negrito" con las niñas, mientras que los niños salían vestidos de "caballeros". Cuando reclamé, la maestra dijo que lo hacía porque no sabía leer ni pronunciar bien las palabras".

 

"Se me parte el alma saber que mi hijo llegó a pensar que no quería vivir más porque siente que el mundo no lo entiende. Él se siente excluido y no comprendido ", indica la mamá del nene con lágrimas en los ojos.

 

Micaela agrega que, hace unos meses recién, su hijo puede ir solo al baño. "Hace un año decidimos retirar a mi hijo de la escuela. Los directivos me propusieron que buscara las tareas y que yo le enseñara en casa. Después, jamás fue incluído en  los festejos y actos escolares porque él grita, se agita, salta. Cuando pregunté a la maestra por qué ya no lo llamaban, ella me dijo que tenía miedo de que mi hijo pudiera hacerle daño a otros porque lo consideraba un "monstruo". Cuando me dirigí a la directora, la maestra negó haber dicho eso. Yo no tengo por qué mentir, por mi hiojo voy a hacer lo imposible para que esté bien", señala la mujer.

 

La última vez que mi hijo asistió a la escuela fue el año pasado en julio. Quiere aprender, mira video en el celular y tiene muchas ganas. 

 

A pesar de estos obstáculos, Micaela consiguió obtener el certificado de discapacidad para su hijo. Fue a la Escuela Tovar García, una institución de educación especial, donde le indicaron que volviera en febrero para finalizar la inscripción. "Me quedé conforme porque me dijeron que él empezaría en esa escuela. Fui con la derivación del gabinete zonal, pero en febrero me dijeron que no podían recibirlo por órdenes del gabinete técnico. Me dieron un turno para el 29 de mayo, y he llamado muchas veces para saber si ya tenían el informe. La última respuesta que recibí fue que se habían llevado todas las impresoras del gabinete y que no había ningún expediente. Me dijeron que mi hijo empezara el año que viene, pero él no puede seguir perdiendo años, ¿qué va a salir con 18 años de la primaria?", se plantea M.

Ahora irá a la Defensoría del Pueblo para hacer ejercer el derecho de su hijo de acceder a educación

Por esta situación, Micaela se ha puesto en contacto con los referentes de Autismo San Juan, quienes le sugirieron ir a la Defensoría del Pueblo para presentar una denuncia. Este martes, asegura que la recibirán para que explique la situación y presente todos los documentos. "Hay una ley que dice que ningún niño puede estar excluido de la educación. El Ministerio de Educación se lavó las manos y me manda a buscar escuela sin encontrar ninguna opción".

Para tener en cuenta

• Líneas de atención de Salud Mental en la provincia
•  Programa Provincial de Prevención de Suicidios
•  Email: [email protected]
•  Servicio de Psiquiatría del Hospital Rawson
•  Interno: 2102.
•  Lunes a viernes de 7.00 a 13.00 horas.
•  División Salud Mental y División Psicología del Ministerio de Salud Pública
•  Teléfonos 4306558 y 4305538 de lunes a viernes de 8 a 14 hs.
•  Con la información completa al correo electrónico [email protected]
•  Colegio de Psicólogos Asociación de Psiquiatras de la Provincia (ASP)