Joaquín Casivar: "Me quiso matar y tiene que ir preso"

Joaquin Casivar tiene 22 años y es delantero del club Recabarren, quien juega en la B local y pelea por el ascenso a primera división.

El zondino fue agredido con un puntapie por el arquero de Juventud Unida, Eduardo Araya, en el partido jugado el domingo pasado por la zona campeonato.

Joaquín continúa realizandose estudios luego de lo que sufrió y mientras esperaba para que lo atendiera el neurólogo contó  lo vivido en la cancha de la Juve.

"Ibamos perdiendo 1 a 0  y me cobran un penal en el descuento del partido. Quede tendido en el suelo, me atendió el utilero, masajista y auxiliar que tenemos en el club, cuando me estoy por parar siento que me pegan un puntinazo en la cabeza  y cuando me doy vuelta veo al arquero, fue cuando me empecé a sentir mareado y no me acuerdo mas nada hasta que me desperté dentro de la ambulancia" comenzó relatando Joaquín.

Lo vivido por el jugador  y su familia fue un drama total porque su padre y abuelo que lo acompañaron a la cancha se desesperaban cuando vieron que no reaccionaba.

"Yo no me acuerdo de nada, me cuentan mis compañeros que tiritaba entero y empecé  a covulsionar. Fue cuando entró una mujer que al parecer era enfermera y que me auxilio en primera instancia. Después mi papá me cuenta que él tuvo que llamar a la ambulancia porque el policía decía que no le correspondía. Estuve 25 minutos tirado en la cancha esperando que llegara me dijo mi viejo" con voz entrecortada cuenta Joaquín de los primeros momentos posterior al golpe.

El delantero cuenta que recién reaccionó cuando estaba dentro de la ambulancia pero que todavía seguía mareado.

"Me desperté, tenía oxígeno y no sabía porque estaba allí. Recién empecé a tomar conciencia en el hospital. Me pusieron suero después que me hicieron estudios y me dejaron internado para ver como evolucionaba. Creo que estoy vivo porque Dios me dio una nueva oprtunidad" expresó Joaquín.

Luego de la tomografía realizada el resultado fue un trauma encefalocraneano con perdida de conocimiento  producto del golpe recibido pero que no habían generado ningún sangrado.

Joaquín en la medida que va pasando la entrevista va generando un poco mas de fastidio por lo vivido y la reacción se nota en sus palabras.

"Este tipo no puede jugar mas, porque mañana le puede pasar a otro, tuve la suerte de contarlo pero no entiendo la reacción de él porque me podrúa haber pegado en la espalda, en una costilla o en la pierna, pero no me la dio en la cabeza. Podría haber quedado paraplejico" cuenta Joaquín

Y su alocución y enfado continua con una acción que va a concretar: "Estoy juntando todos los papeles y lo voy a denunciar penalmente para que no juegue mas. Este tipo del cual tengo el nombre y apellido: Eduardo Araya no entre mas a una cancha porque me quiso matar y tiene que ir preso" 

Luego de permanecer internado en el Hospital Rawson en observación fue dado de alta pero con la obligación de realizarse mas estudios en el transcurso de la semana y la visita a un neurólogo.

"Por el seguro del club conseguí que me atendiera ahora el neurólogo, estoy con mis viejos ahora un poco mejor pero ayer estuve con la mirada perdida, un poco de dolor de cabeza pero sobre todo con ganas de no jugar mas. Estos tipos  que siguen jugando al fútbol te sacan las ganas. Yo no le deseo el mal, no corresponde pero si quiero que no juegue más para que no le pase a otra persona lo que me hizo a mi" concluyó Joaquín desde la clínica.