Secuestran a un chico y amenazan con tirarlo al dique
Lo forzaron a entrar a un auto, le ataron la manos y los golpearon preguntándole por unos pájaros. Le dieron hasta el sábado para que aparezcan. Mientras estaba atado, lo llevaron al dique y amenazaron con tirarlo al gua. Lo condenaron, pero zafan de ir al penal.
El 6 de junio un tremendo caso de privación ilegítima de la libertad se dio en la Villa Observatorio de Chimbas, en cuando un adolescente identificado como JIP, un adolescente de 14 años, fue secuestrado en plena vía pública. La escalofriante serie de eventos comenzó alrededor de las 18:30 horas, cuando Junior regresó a casa desde la escuela Blas Barera, solo para desaparecer momentos después sin dejar rastro.
Gabriela Noemí Heredia Montaña, madre del menor, estaba en casa cuando su hijo salió sin avisar adónde iba. La incertidumbre se transformó rápidamente en desesperación cuando, a las 21:16 horas, recibió una llamada de su hijo mayor, Abel Páez, quien le informó sobre un alarmante rumor: Gerónimo Suárez, conocido de la familia, había visto a al menor siendo forzado a entrar en un automóvil blanco cerca de la casa de un familiar.
Desesperada, Gabriela se dirigió al domicilio del presunto secuestrador, Federico, en el Barrio 17 de Octubre. Allí, un hombre mayor confirmó que Federico estaba con el menor, pero desconocía su paradero exacto. La búsqueda se intensificó con llamados al 911 y a familiares, pero los resultados seguían siendo negativos.
La tensión alcanzó su punto álgido cuando Gabriela recibió otra llamada, esta vez de su sobrina Luján Herrera, informando que su yerno, Cipriano Pizarro, había encontrado a al chico en la calle Costanera, cerca del lote 62. Inmediatamente, Gabriela se dirigió al lugar mencionado y finalmente encontró a su hijo, quien estaba en un estado de nerviosismo extremo y lloraba desconsoladamente.
El menor relató su experiencia aterradora: fue abordado por un automóvil blanco mientras caminaba por la calle Pellegrini e Ingeniero Quiroga. En el vehículo, Federico Campoy, de unos 40 años, y otros dos hombres lo forzaron a entrar. Atado de manos y sometido a golpes en el estómago. En varias oportunidades le preguntaban donde tenía los pájaros y le decían que tenía hasta el día sábado para que les dijera dónde tenía los mismos.
Lo llevaron hasta el dique. Luego, lo bajaron del vehículo poniéndolo a la orilla del agua del río, manifestándole: "mira lo fresquita que está el agua ". En un momento, el chico manifestó, que escuchó que a uno de los sujetos le llamaron por teléfono, siendo su padre y que le dijo que dejara al menor, que la madre estaba en su casa y que iba a llamar a la policía. Es por ello que los masculinos, empezaron a debatir si dejarlo tirado en el agua o no, pero luego decidieron llevarlos hasta la Costanera. Recuerda, que Federico era quien conducía el vehículo y que la otra persona era de contextura gorda, pelo oscuro y lentes. Manifiesta el menor, que se fue de su casa alrededor de las 19 horas.
La policía, ya alertada por Gabriela, se movilizó para localizar y arrestar a los responsables. Federico Campoy y José Antonio Lucero fueron identificados como los autores del secuestro. Durante el juicio, se llegó a un acuerdo de juicio abreviado, condenando a ambos a dos años de prisión condicional por privación ilegítima de la libertad.
El tribunal impuso reglas estrictas de conducta a los condenados: deben mantener una distancia mínima de 300 metros de Junior y su familia, abstenerse de consumir estupefacientes y alcohol, y cumplir con la escolaridad primaria si no la tienen completada. Además, se ordenó su inmediata liberación bajo la condición de que cumplan con todas las disposiciones legales impuestas.
