El significado político de la fundación de San Juan
Los españoles conquistadores del vecino país y descubridores de Cuyo intentarían extender sus dominios hacia el Este con el propósito de unificar territorios para su mejor defensa y buscar una salida al Atlántico para acortar el camino a España.
La historia de los sanjuaninos –y en general la de los cuyanos, norteños, cordobeses, litoraleños y bonaerenses- se desenvolvió en sus orígenes, y durante tres siglos, como parte natural e indivisible de un vasto territorio que excedía los límites de lo que hoy es la Argentina. Nuestras relaciones familiares con Chile y la Patria Grande datan de 1551, cuando el Capitán Francisco de Villagra descubriera el "país de Cuyo", espacio que abarcaba a su llegada, desde los 29º de latitud Sud a la altura de Copiapó, hasta el Estrecho de Magallanes.
En realidad, la región cuyana y dentro de la misma el territorio de San Juan, había quedado asignado desde antes de su descubrimiento y poblamiento a la Capitanía de Chile con asiento en Santiago, a través de una resolución de la Real Audiencia del Virreinato del Perú del que la Capitanía chilena dependía naturalmente. Desde entonces, los españoles conquistadores de Chile y descubridores de Cuyo intentarían extender sus dominios hacia el Este con el propósito de unificar territorios para su mejor defensa y buscar una salida al Atlántico para acortar el camino a España.
"No era otro el sueño de Pedro de Valdivia (gobernador de la Capitanía) -dice el historiador Horacio Videla-, alimentado con mayor pasión por Aguirre, fundador de La Serena (segunda ciudad chilena) y esforzado explorador del Tucumán y Cuyo (Recordemos que fue Francisco de Aguirre el fundador de Santiago del Estero, la madre de las ciudades argentinas). Sin acentos de altisonantes nacionalismos que no podían surgir en dependencias de una misma Corona -refiere el Dr. Horacio Videla-, Valdivia y Aguirre alcanzaron a entrever... la Patria Grande".
En lo que respecta a las actuales provincias del oeste argentino, desde el descubrimiento de Cuyo en 1551, y desde la propia fundación de las ciudades cuyanas, Mendoza, San Juan y San Luis integraron la Capitanía de Chile dependiente del Virreinato del Perú y de la Corona española al mismo tiempo, partes todas de una misma nación o reino.
En efecto, la fundación de San Juan -y en general de las tres ciudades cuyanas- fue parte de un plan de los conquistadores españoles residentes en Chile, tendiente a unificar en una misma soberanía las tierras comprendidas entre el Océano Pacífico y el Océano Atlántico, a lo largo y ancho de todo el territorio iberoamericano.
Como explicara un pionero de la investigación histórica local, el estudioso Rogelio Díaz Costa, para los conquistadores españoles de la corriente colonizadora del Oeste era imprescindible acortar el camino al Atlántico y a España, "y el Río de la Plata es la última boca en la costa atlántica que sirve a ello. Además, Chile y Tucumán necesitan comunicarse entre sí y Charcas (actual territorio boliviano)".
Desde un primer momento, con la fundación de las primeras ciudades de este lado de la cordillera, España pretendió dominar con asientos reales el territorio extendido desde La Serena hasta el Río de la Plata y lograr "la siempre acariciada idea de comunicarse con la Metrópoli por la costa atlántica (el camino más corto, lógicamente)", preservando además sus dominios de toda otra dominación colonialista, en auge incipiente por aquella época.
Ciertamente, los conquistadores españoles necesitaban asegurar la soberanía conquistada ante propios y extraños: portugueses, ingleses y franceses principalmente, al acecho de los territorios descubiertos por los españoles, tal como lo probarían todos los intentos lusitanos, británicos, franceses o anglo franceses para quedarse con la América hispana (antes y después de 1810), que si bien no tendría éxito en lo específicamente militar –salvo por la ocupación artera de nuestras Islas Malvinas-, finalmente cumplirían su propósito en lo geopolítico, económico y cultural, con la instalación de más de veinte "naciones" en el mismo espacio territorial donde antes había una sola Patria Grande, que los líderes de la emancipación americana –San Martín, O’Higgins y Bolívar, entre otros-, en vano intentarían conservar unida después de independizarse de España.
Por eso, fue "trascendente" la conquista y la fundación de ciudades en la provincia de los "guarpes", subraya don César H. Guerrero, "quizá mayor que la del Tucumán, por quedar Cuyo a menor distancia del Mar del Sur, principal objetivo en los planes preconcebidos por los conquistadores del Pacífico".
San Juan nacía así indisolublemente ligado al destino de Hispanoamérica y particularmente de la Capitanía de Chile y de la provincia de Cuyo, de quienes formaba parte, conformando de este modo su primer perfil histórico.
