El despertar de la radioastronomía en San Juan: Un gigante se alza en la Pampa de Leoncito

La provincia de San Juan se prepara para presenciar un hito monumental en su horizonte científico: el advenimiento del radiotelescopio más imponente de Sudamérica: el Radiotelescopio CART. En el remoto Observatorio Astronómico Félix Aguilar, enclavado a 2300 metros de altura en la mística Pampa de Leoncito, emerge un coloso de 40 metros de diámetro, destinado a desvelar los secretos más profundos del cosmos.

Una alianza internacional

Con una inversión predominante del gobierno chino, esta empresa titánica cuenta también con el respaldo de la provincia de San Juan y del CONICET. Según los términos del convenio, el tiempo de uso se dividirá entre los observatorios chinos y las instituciones científicas argentinas, abriendo las puertas al intercambio de conocimientos y descubrimientos.

Carlos Francile, director del observatorio, explica la función del radiotelescopio, en diálogo con Zonda Diario: "Un radiotelescopio básicamente es para observaciones astronómicas y espaciales, es un detector que permite recibir señales de radio para estudiar la posición de objetos muy lejanos en el universo". Destaca la importancia de esta herramienta para la investigación astronómica y la física de cuerpos celestes.

El cronograma de una revolución científica en San Juan

"Ahora estamos en la fase  de armado, de lo que es la antena en sí mismo. Creemos que este año ya puede estar concluida y montada en octubre. Pero luego viene la etapa del armado del radiotelescopio, donde hay que agregar los motores para el movimiento y toda la maquinaria que esto conlleva. Además, hay que colocar los radiómetros que son los detectores de radiotelescopio. Posiblemente, teniendo en cuenta todo esto, a mediados del 2025 podría estar operativo este instrumento", explica Francile.

El inicio de la radioastronomía en San Juan

"Para nosotros es un área nueva de estudio. A través de la facultad de ciencias exactas, estamos trabajando en la formación de recursos humanos que están realizando cursos de radioastronomía mientras se va construyendo el telescopio, para que puedan operarlo una vez que esté operativo, porque necesitamos personal capacitado que pueda extraer toda la potencialidad plena de este instrumento", explica Francile.

El aporte sanjuanino al boom de la exploración espacial

El telescopio James Web, las iniciativas privadas de exploración de la luna y de marte, las propuestas de minería espacial y la aplicación de inteligencia artificial para estudiar los interminables datos obtenidos a través de los telescopios son la punta del iceberg de la nueva era espacial mundial. En este contexto, San Juan puede aportar su pequeño gran grano de arena.

En este marco, Francile sabe que a nivel mundial cada vez son más sofisticados e impresionantes los instrumentos, y por eso entiende que esto forma parte de la "parte central del primer mundo, ya que tiene inversiones muy grandes". Pero destaca que "la forma de no quedarse afuera es aportando grupos de investigación y también el telescopio, que será el más grande de Sudamérica y que estará en San Juan", y que podrán utilizar los científicos de la UNSJ. "Es una enorme satisfacción para nosotros y nos llena de muchas expectativas" , explica el director del observatorio.

Cabe destacar que si bien no está definido, estiman que será necesario, por lo menos, tres o cuatro personas para operar de forma continua el radiotelescopio, ya que este trabaja de día y de noche. Además, generará puestos de trabajo, no solo en mantenimiento, sino también en lo que se refiere a ingeniería y parte científica, para poder llevar adelante este proyecto.