Desestiman una causa contra Walter Bustos
El cura abusador era investigado por una presunta desobediencia de una orden judicial, pero se cayó la causa.
La causa iniciada contra el cura Walter Bustos por supuesta desobediencia a una orden judicial fue desestimada. El fiscal que recibió la denuncia, a raíz de un mensaje que el sacerdote envió a la novia de la víctima del caso de abuso sexual por el cual fue condenado en 2023, concluyó que no se configuró el delito y decidió no avanzar con la investigación. Con esta decisión, Bustos logró evitar otra posible causa judicial. Sin embargo, el fiscal Roberto Ginsberg, aunque no avanzó con esta investigación, remitió las actuaciones a la Fiscalía de Cámara Nº4 para que evalúe si el sacerdote incumplió las reglas de conducta fijadas por el juez que lo condenó el 30 de mayo de 2023 por abuso sexual simple en perjuicio de un adolescente.
En la sentencia de 2023, el juez Víctor Muñoz Carpino condenó a Bustos a 1 año y 8 meses de prisión de cumplimiento condicional. La fiscalía apeló ese fallo y el caso llegó a la Corte de Justicia de San Juan, que ratificó la condena pero elevó la pena a 3 años de prisión. Además de mantener la condición de prisión en suspenso, se le impuso la prohibición de acercarse o mantener cualquier tipo de contacto con la víctima o sus allegados.
Los problemas legales de Bustos no terminaron allí. En 2023, otro joven denunció que el sacerdote abusó de él en 2017 cuando era integrante de un grupo de chicos que asistía a la Parroquia de Valle Fértil. Este caso también llegó a juicio entre marzo y abril pasados, pero el tribunal, conformado por los jueces Federico Rodríguez, Carolina Parra y Celia Maldonado de Álvarez, absolvió al cura el 15 de abril último en un fallo dividido.
Después de esta absolución, surgió la denuncia por la supuesta desobediencia a la orden judicial. El 2 de mayo de este año, Bustos envió un mensaje por WhatsApp a la novia del chico por cuyo abuso fue condenado en 2023. Este hecho fue denunciado en la UFI ANIVI, y el fiscal Ginsberg inició actuaciones preliminares por presunta desobediencia a una orden judicial, dado que Bustos tenía prohibido mantener contacto con la víctima o sus allegados.
La denuncia llevó a un allanamiento en la casa del cura y al secuestro de su celular. Aunque se constató la existencia del mensaje, el fiscal determinó que lo expresado no configuraba un delito y decidió no continuar con la causa. No obstante, la Fiscalía de Cámara podría solicitar al juez que condenó a Bustos alguna medida contra el sacerdote si considera que cometió un hecho reprochable, o incluso la revocación de la pena de prisión en suspenso por una de cumplimiento efectivo.
