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Sábado 7 de Septiembre, 2024
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Talento puro

Es sanjuanina de sangre, baila "desde la panza" y ahora deleita en Europa: "estoy feliz"

Valentina Kuchen logró ingresar a la Escuela Estatal de Ballet, en Berlín, Alemania, que es prestigiosa en materia de danza. Ahora, busca recibirse y devolver sus conocimientos para las futuras generaciones, en el mundo.  

En Alemania, una joven de sangre sanjuanina deleita con su talento. Se trata de Valentina Kuchen, quien con solo 18 años es una destacada bailarina y sueña en grande. Esta carrera es su objetivo principal, desde muy chica, y así lo tiene en claro, más ahora, cuando de grande puede "felicitarse" por el progreso que tuvo desde que comenzó a bailar, prácticamente, "desde que estaba en la panza".

Es tan grande su talento y actitud al momento de danzar, que  llegó a una de las escuelas más importantes de Europa y llamó la atención, inclusive, de medios de comunicación de alcance internacional. 

Ahora, en diálogo con Zonda Diario, Valentina contó su historia.  "Comencé a bailar desde que estaba en la panza", indicó entre risa, con su simpatía. La joven añadió que desde chica amaba la danza y recuerda que sus padres estuvieron sorprendidos al descubrirlo. 

"La escuela de ballet empezó cuando yo tenía 12 años. La verdad es que a mis padres les parecía muy normal que me moviera tanto. Pero una amiga de ellos, que fue bailarina, les dijo que debería probar algún curso para bailar un poco", recordó.  Fue de esa manera que un día le mostraron un video de bailarines profesionales y pasó algo que no se imaginaban. "Yo me emocioné y me puse a llorar de alegría. Tenía solo 3 años", enfatizó Valentina. 

Nació para danzar y no se rindió

Desde que conoció su pasión, que de hecho ya la manifestaba, comenzó su camino con cursos de baile. Todo eso ocurrió en Alemania, ya que ella nació en aquel país, hasta que al poco tiempo sus papás, sanjuaninos ambos, volvieron a la Argentina. 

Cuando cumplió 14 años, la encontró la pandemia, en San Juan. Desde esta provincia intentó ingresar a la Staatliche Ballettshucle Berlin (Escuela Estatal de Ballet, en Berlín, Alemania), pero las estrictas restricciones del confinamiento se lo impidieron. 

Valentina no se rindió y al siguiente año, ya con 15, volvió a audicionar y fue cuando la aceptaron. "Está entre las mejores escuelas de Alemania", destacó la joven sobre la institución prestigiosa. Y, por su puesto, al enterarse que iba a estudiar allí, su reacción fue de pura alegría. "Estaba totalmente emocionada y convencida de que quería ir", dijo a este medio. 

La danza, su cable a tierra

Como dijo anteriormente, para Valentina la danza es parte de su vida, inclusive, desde que se movía en la panza de su mamá.  Al ser consultada sobre qué significa para ella, sostuvo que "la danza es el espacio en donde me puedo expresar, conocer mejor a mi misma, donde puedo expandir mi creatividad y lo mismo siento cuando entreno", confió. 

Actualmente, sumó experiencia y mucho conocimiento, de la mano de especialistas en la reconocida escuela alemana. Aunque, también, destaca el camino transitado, por el cual aprendió aún más.  "Ahora, soy una persona más consciente de mi cuerpo. Y estoy feliz de todas las experiencias que viví en el pasado, ya que me hacen ser lo que soy hoy, una persona abierta y perseverante, para cumplir sus objetivos", destacó. 

Sus próximos objetivos

Con 18 años, está en los últimos dos años de escuela, tanto teórica como de danza, ya que están juntas, de acuerdo a cómo lo impone el sistema de educación en Alemania.  Para Valentina, el principal objetivo está puesto en la danza y le "encantaría" brindar sus conocimientos "a las nuevas generaciones".  

"Mi objetivo es mejorar mi forma de moverme, es decir, la técnica conectada con la expresión, para poder estar a una buena compañía de danza y, así, bailar por muchos años", comentó a este medio.  "Además, luego me gustaría ser maestra de danza y coreógrafa", anheló. 

Qué le diría a la niña que soñaba con llegar lejos y, ahora, lo está consiguiendo,  Valentina destacó que para ella, este proceso, nunca fue una lucha o un esfuerzo grande. Pues, es su pasión y ama danzar. 

"Fue y es una gran motivación. Por eso, a esa niña que con constancia fue subiendo de escalones, la felicitaría y le diría que valore más su camino, ya que cada uno crea su propia carrera", enfatizó a Zonda Diario. 

Sus padres, pilares en este proceso

El gran apoyo incondicional de sus padres se destaca por sobre todas las cosas. Eso, para Valentina, es muy destacable y recuerda algunos momentos. Ernesto Kuchen y María Belén Guzmán y su hermana Victoria Kuchen conforman este grupo de gran apoyo para ella.

"Mis papás siempre me acompañaron a todos lados y me apoyaron siempre, desde que me fui a vivir a Buenos Aires a los 13 años, hasta Berlín con 15", contó. 

Por eso, resaltó: "Ellos son uno de los pilares fundamentales para mi vida y para que todo -lo que pasó- funcionara"

San Juan es su casa

Si bien nació en Alemania, sus padres son sanjuaninos y vivió muchos años en la provincia. "Pasé toda mi infancia. Fue el lugar indicado para vivir", aseguró. Recordó que pasó momentos felices, ya que tuvo cerca a toda su familia, que siempre la apoyó. "Fueron a ver mis espectáculos, entre otras cosas. Significó mucho para mí", expresó. 


Y, sin lugar a dudas, desea regresar. "Extraño, obvio. Toda mi familia vive ahí, por diferencia de mis padres y mi hermana, también una nena que se adaptó super bien y siempre me apoyó mucho", manifestó. 
"También, en San Juan tengo a mis primeros maestros, los cuales extraño y, además, a mis amigos", mencionó. 

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