Javier Milei sostiene el Pacto de Mayo sin Ley Bases
Javier Milei tiene en la mira a Nicolás Posse y a Luis "Toto" Caputo. Resignación a un Pacto de Mayo sin ley Bases ni pacto fiscal.
El gobierno de Javier Milei cumplió cinco meses en la cima del poder sin leyes aprobadas en el Congreso, con el bloque de diputados fracturado y con la liga de Gobernadores dividida en el Senado frente a la Ley bases y el paquete fiscal. Dos iniciativas que el Presidente exigió que lleguen aprobadas al Pacto de Mayo en Córdoba.
El difícil panorama político que enfrenta la Casa Rosada se extiende al plano económico. La inflación se estacionó en niveles similares a la gestión de Alberto Fernández y no cede. El deterioro de la economía y del poder adquisitivo de las familias obligó a posponer el tarifazo en luz y gas.
También La Libertad Avanza tuvo que frenar en la Justicia el aumento sin límite en las prepagas que el mismo gobierno había autorizado. El ficticio superávit, logrado frenando pagos a proveedores de energía y ajustando al sector público, jubilados, salud y universidades, se esfumará en los próximos meses.
La liga de gobernadores, señalada por Javier Milei como un grupo casi delincuencial que gasta fondos públicos sin control, encontrará al Presidente en pleno retroceso el 25 de mayo en Córdoba. El FMI también le reclama a Luis "Toto" Caputo que pague la deuda con las generadoras de energías luego de ofrecer un bono en dólares para saldar esos montos impagos.
Sin financiamiento externo, el Ministro de Economía empieza a tambalear en su cargo en una guerra sorda con el jefe de gabinete, Nicolás Posse, quien desguazó la capacidad operativa del área de Capital Humano de Sandra Pettovello al pisarle los fondos para ayuda social. Posse, además, tendrá este miércoles su primera prueba ante el Senado, donde deberá realizar un balance de gestión.
Cruje el gabinete de Javier Milei.
El avance de Posse sobre los Ministerios, tal cual ocurrió sobre la cartera de Infraestructura que conducía Guillermo Ferraro, genera tensiones dentro del gabinete. Posse no habla, pero controla las firmas estatales a privatizar en medio de un grotesco desmanejo de cada uno de los ministerios, donde renuncia un funcionario cada seis días y la falta de gestión espanta incluso al PRO de Mauricio Macri, ya abiertamente enfrentado con Posse.
A la tensión Caputo-Posse y Posse-Pettovello, se suma haber dejado a Guillermo Francos sin billetera durante el proceso de negociación de la Ley bases con los gobernadores. Recién la semana pasada, el Ministro del Interior pudo comenzar a ofrecer obra pública en las provincias. La crisis que padece Posse quedó plasmada gráficamente la semana pasada cuando Karina Milei comandó la reunión de gabinete junto al ministro coordinador y luego directamente lo suplantó en la reunión con los diputados de LLA y el PRO para analizar el inminente regreso de la Ley bases a la Cámara baja.
El cargo de Posse es codiciado por Patricia Bullrich, la única ministra hiperactiva del gobierno de Javier Milei, quien funciona casi como vocera de la gestión. El resto de los ministros casi no se muestra. El Presidente sigue las aspiraciones de la excandidata presidencial de Juntos por el Cambio con atención. Con Mauricio Macri casi fuera de foco, una mayor centralidad de Bullrich en el gabinete le serviría a la Casa Rosada para terminar de asimilar al PRO residual sin la necesidad de pasar por el peaje de Macri, quien reclama puestos en el gabinete.
