Salió a robar con un menor, terminó tras las rejas
Un hombre robó y emprendío una tremenda fuga, pero lo atraparon. Había salido a robar con un chico.
El día 27 de enero, alrededor de las 16:05 hs, un violento episodio delictivo sacudió las calles de Albardón. El protagonista, Carlos Jonathan Jácome, junto a un cómplice menor de edad, interceptaron a la víctima, identificada como EE, quien circulaba en una bicicleta negra por la intersección de calles República del Líbano y José Ingenieros.
Portando cascos negros y armados con una motocicleta, los delincuentes arrebataron una mochila de cuero marrón a EE, la cual contenía pertenencias valuadas en seis mil pesos, una tarjeta SUBE y un cargador de celular. En el proceso del robo, la víctima fue derribada a la cinta asfáltica.
Un transeúnte que circulaba en bicicleta detrás de EE, intentó frustrar el asalto. Sin embargo, el cómplice de Jácome amenazó al héroe anónimo con un arma de fuego, haciendo que desistiera de su intervención. Aunque la víctima no presenció el arma, el testigo informó sobre la peligrosa situación.
La rápida respuesta de la policía de Delitos Especiales, que presenció el incidente en una camioneta Amarok, desató una persecución. En el transcurso, el cómplice abandonó la moto con el arma y la mochila robada, evitando su detención. La fuga continuó hasta que, finalmente, Jácome fue interceptado y aprehendido en Rawson, ya sin su cómplice y solo en la moto.
Al momento de la detención, Jácome se despojó de una remera verde que entregó a un vecino. En su poder, llevaba una mochila con diversas pertenencias, entre ellas, patentes, llave combinada, encendedor, teléfono Motorola E7 plus verde y una gorra Nike.
La víctima, acompañada por su padre, se presentó en la comisaría tras ser informada sobre la aprehensión.
El Dr. Elizondo de Delitos Especiales confirmó la versión de los hechos y señaló que el cómplice había apuntado con un arma de fuego durante la persecución. A pesar de la intensa búsqueda de cámaras de seguridad, solo se identificaron tres domicilios con grabaciones, solicitando la colaboración del D-8 para obtenerlas.
Finalmente, el procedimiento culminó con la condena de Jácome mediante juicio abreviado a cumplir tres años de prisión de cumplimiento efectivo, unificándose con una condena anterior, totalizando 3 años y 9 meses de prisión efectiva. El caso destaca la respuesta eficaz de las autoridades y resalta la necesidad de abordar la problemática de la inseguridad en la comunidad.
