"Todavia recuerdo mis gritos y como se movía todo", el testimonio de doña Josefa a 80 años del terremoto del 44"

El 15 de enero de 1944, San Juan sufrió el sismo más grande de la historia argentina, con más de 6 mil muertos y una ciudad prácticamente desaparecida como saldo de este desastre natural. El terremoto tuvo una intensidad de 7,4 grados en la escala de Richter y ocurrió a una profundidad de 11 kilómetros.
Josefa Kaczkowski, una sanjuanina de 92 años, dialogó con Zonda Diario y compartió sus recuerdos sobre ese día. "Yo tenía 12 años. Algo recuerdo. Estábamos viviendo en una casa en Capital, por la calle Las Heras y 9 de Julio, con mi madre y dos de mis hermanos, uno de ellos era un bebé que estaba durmiendo en una habitación. Cuando empezó a moverse el piso, mi madre nos dijo ‘vayan afuera’, y corrimos hacia la parte trasera de la casa. Una vez en el fondo, se vino el remezón más fuerte. Recuerdo mis gritos y que todo se movía de una manera impresionante".

"Con mi hermano estábamos cerca de un pozo ciego. Ahora, tuvimos la fortuna de salir refugiados hacia el fondo, porque si íbamos a la parte de adelante, no sé si te cuento esta historia, porque las casas de adelante y de los vecinos habían caído. Mi madre quedó adentro con el bebé, y recuerdo que nos contó que atinó a cubrir al pequeño y se puso una almohada en la cabeza, mientras las paredes bramaban y se descascaraban", relató la mujer que vivió los terremotos de 1944, 1977 y 2021.

Después del impresionante movimiento, San Juan quedó sin energía eléctrica. Josefa recuerda que a pocas cuadras vivía su abuela y era una preocupación grande saber cómo estaba. "Entonces, con mi madre y hermanos salimos hacia su casa. El panorama era desolador. En medio de la oscuridad se podía ver casas y cornisas caídas. Era un desastre en la calle", detalló. Por suerte, su abuela se encontraba bien, y su casa no había sufrido grandes pérdidas. No así el resto de los vecinos, donde muchas casas habían caído, algunos vecinos estaban heridos y otros desaparecidos.

También, Josefa recordó que horas después de la catástrofe, se vivió una tormenta muy grande, con abundante lluvia y actividad eléctrica. "Por el susto y las condiciones de la casa, nadie quería estar adentro. Por eso, salimos y nos refugiamos debajo de un puente, donde antiguamente pasaba el tren. Allí estaban otras familias, y a cada rato se sentían las réplicas que generaban temor entre los presentes", señaló.

Una de las ciudades con más víctimas fue Albardón, ya que el epicentro tuvo lugar en La Laja. El terremoto de 1944 dejó más de seis mil víctimas fatales de una población total de 90 mil personas. Además, destruyó cerca del 80% de la edificación de la época. Fue la peor catástrofe natural del país.

"De los tres terremotos vividos, para mí el que lo sentí con mayor intensidad y miedo fue el del 44, quizás porque era más chica. El último terremoto del 2021 me hizo acordar al del 44; comenzó despacio y después se vino el remezón más fuerte. Obviamente, el de 1944 fue más intenso", concluyó su testimonio Josefa.

El terremoto transformó por completo la apariencia de San Juan, que dejó de ser una ciudad colonial para convertirse en una metrópoli moderna y preparada contra los sismos. Sin embargo, la reconstrucción no fue una tarea sencilla: se extendió hasta la década del 60´ y requirió la ayuda adicional del gobierno nacional.

Ochenta años después de aquel acontecimiento, con el dolor de tantas pérdidas ya mitigado, los sanjuaninos se pueden sentirse orgullosos de la labor realizada. Se levantaron, lucharon y reconstruyeron su entorno, y en ese proceso, también se reconstruyeron a sí mismos.