Peligra la designación del principal ministro de Milei
Hay una denunca que data desde el 2017 que podría poner en peligro a quien suena como ministo de un área clave.
La confirmación oficial de Luis Caputo como ministro de Economía ha sido postergada debido a una causa judicial iniciada en 2017 por diputados kirchneristas. Aunque ya está cumpliendo funciones en el cargo, Caputo duda en asumir formalmente. Durante el gobierno de Macri, su familia sufrió escraches de la oposición, y Caputo enfrenta denuncias en la justicia federal, siendo la más preocupante aquella relacionada con la presunta omisión en sus declaraciones juradas sobre su trabajo para fondos que invertían en bonos de la deuda argentina en default.
La acusación, presentada por diputados kirchneristas en 2017, incluye presuntos delitos como "omisión maliciosa, negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública, tráfico de influencias, delito de uso de información privilegiada, incumplimiento de los deberes de funcionario público y supuesto lavado de activos". Estas alegaciones surgieron a raíz de la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, Panamá Papers.
Caputo fue señalado por manejar el fondo de inversión Alto Global Fund, registrado en Caimán, y ser el administrador de Noctua Partners LLC, una gerenciadora de fondos en Miami con ramificaciones en Delaware. Además, enfrenta otra imputación relacionada con la emisión de un bono a cien años durante el gobierno de Macri, que generó polémica por ser el título a más largo plazo en la historia del país.
A pesar de estas cuestiones pendientes, Caputo se ha puesto a disposición del nuevo gobierno con el objetivo de abordar el endeudamiento del Banco Central, especialmente el relacionado con las Leliq. Javier Milei, quien asesoraba a Caputo, ha expresado la necesidad de encontrar una "salida de mercado" para los pasivos del Banco Central, y Caputo ha indicado que cualquier medida no podrá afectar la propiedad privada y podría seguir un enfoque voluntario, no forzado, para garantizar la tranquilidad del sistema financiero.
