Limitados por el precio y la falta del carbón, caleros pymes en grave crisis

Recientemente se conformó en la provincia la Cámara de Piedra, Cal y Afines- CEPICAL-, que agrupa a empresarios y productores de distintos minerales no metalíferos. El objetivo que se propusieron fue buscar mejores condiciones para el sector, sobre todo la pyme, que, en muchos casos, a raíz de los problemas tanto macro como microeconómicos del país. 

Zonda Diario dialogó con César Terera, presidente de la entidad, quien mostró su preocupación sobre la realidad del sector calero pyme, que se encuentra agobiado por el incremento de costos y con limitantes en la provisión de carbón de coque, combustible que utilizan para la calcinación de las piedras calizas.

De hecho, la mayoría de los miembros de la CEPICAL son productores de la zona oeste, principalmente de Los Berros. Pero también están teniendo contacto con productores jachalleros. "Todos tenemos el mismo problema, que es la incertidumbre de la parte económica que estamos viviendo y a partir de ello cuál será el futuro".

El ingeniero César Terera afirmó que en 2007 hubo un auge de la producción calera a raíz de la demanda del sector metalífero, lo que también despertó importantes expectativas para los calcáreos. "Lo cierto es que han pasado distintos gobiernos y estados económicos y con los hornos artesanales- o criollos- que se encuentra muy debilitado por la parte económica". En este sector de la producción calera tiene mucha incidencia el costo y la variación de la energía. 

De acuerdo al referente empresario, en la actualidad tanto el sector industrial como el artesanal, tienen el mismo inconveniente y es la energía que utilizan para la producción. De hecho, el sector industrial reclama una ampliación del flujo de gas natural para aumentar la producción. "En tanto que el sector artesanal tiene el problema que el carbón de coque, se cotiza a precio dólar lo que influye directamente en el mercado y en los precios del producto". La cal es considerada un mineral industrial y "el costo del producto casi compite con el del transporte", lo que marca una asimetría importante. Es por esto que el empresario sostiene que "el carbón que necesitamos para producir cotiza en dólares y la cal en pesos, por lo que el costo beneficio se encuentra muy ajustado".

El problema de este sector de la producción calera es que se encuentran limitados tanto en sus posibilidades de producción, como de crecimiento. "Desde el 2010 a la actualidad el cupo de carbón de coque siempre fue el mismo.

Pero, sin embargo, las producciones tienen que crecer por las demandas propias del mercado, lo que lleva a que quien compra busque en otros proveedores el producto que necesitan. Terera sostuvo que "incluso el cupo de carbón se encuentra muy direccionado y alcanza para cinco o diez productores como mucho".

Con esta realidad "medianos y pequeños productores han estado desapareciendo en la fabricación de cal porque no pueden mantenerse en el mercado", dijo el dirigente. 

Esto lleva a que "en 2010 había unos 130 hornos en producción y en la actualidad hay solo 29. De los cuales están repartiendo entre sí, para poder palear la situación del carbón". Esto implica que hubo una disminución en la actividad artesanal mayor del 70%. Por otro lado, "la producción de cales en la provincia creció casi el 40%", dijo Terera. La producción calera en la provincia está manejada por las grandes empresas entre las que está FGH, Calera San Juan o Calidra. Estas en general destinan su producción "en más de un 80% van a Chile e internamente se produce para la siderurgia, las papeleras y el mercado artesanal o criollo queda destinado al sector de la construcción".

Las estimaciones de los pequeños y medianos productores indican que "el sector de producción artesanal de cales representa menos del 10% del total que se hace en la provincia", cuando históricamente la participación del sector era de aproximadamente el 20%. "El tema es que la inseguridad económica lleva a que siga disminuyendo la actividad de los caleros artesanales y el principal problema que tienen es la falta de carbón". Agrega que en la actual situación "nadie arriesga y se produce solo a lo seguro" .

Pero para el sector artesanal es alarmante, "la disminución del sector artesanal". Para el dirigente las caleras pymes "no tenemos políticas que se mantengan para activar el sector y como cámara nuestro objetivo es formalizar contratos", para lo cual desde CEPICAL están teniendo contactos con diferentes sectores que puedan demandar cal.