"No podemos construir esperanza si seguimos señalando traiciones"| Abrir nota completa...
Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.diarioelzondasj.com.ar/a/295808
INGENIERO FERNÁNDO SANTIBAÑEZ QUESADA- UNIVERSIDAD DE CHILE

Las lluvias seguirán disminuyendo en la región, según especialista chileno

El experto sostiene que las proyecciones agroclimatológicas no son buenas y que a raíz del calentamiento global habrá menos precipitaciones o se producirán en tiempos acotados. Sostuvo que la agricultura que se viene tendrá que hacer manejos más complejos de los cultivos.

La crisis hídrica llegó para quedarse y las proyecciones para el sur de Sudamérica no son alagüeñas. Todo indica que en la medida que corra el tiempo, los caudales pluviales y níveos serán menos y esto traerá sus consecuencias en la producción y hasta en la vida social de las personas.


Zonda Diario dialogó con el ingeniero agrónomo Fermando Santibañez Quesada, docente de la Universidad de Chile y experto en agrometerología expresó que "el clima, con una conducta errática que ha ido tomando en todo el mundo está siendo un problema para la agricultura". Es por esto que marco que "los eventos extremos se están haciendo cada vez más fuertes y eso complica a la agricultura". En este contexto están "las sequías, las lluvias muy intensas, el viento y por sobre todo las olas de calor".


Al abordar la variabilidad del tiempo afirmó que "esta inestabilidad que toman los climas se debe a que la atmósfera de la tierra está más caliente y cuando un fluido como el aire se calienta se pone más extremo e impredecible y cambia súbitamente de una condición a otra". De acuerdo al especialista, esta inestabilidad deriva de los problemas del calentamiento global de la tierra.


Ante este panorama negativo, el experto afirma que "hay que cambiar los sistemas de producción, se tiene que pensar en la producción mucho más protegida, del viento, del sol, de las altas temperaturas". Es por ello que sentencia que "la agricultura del futuro no va a ser tan fácil como lo ha sido hasta ahora, vamos a tener que tomar previsiones para que estos extremos del clima no golpeen fuertemente a nuestras plantas".


Ante este panorama afirma que "creo que la convicción es que la agricultura cada vez se hará más bajo techo, porque eso nos permite controlar más las condiciones extremas. La sequía, nos hace regar con más eficiencia, el viento, las olas de calor se hacen más controlables con una cubierta que no debe ser necesariamente cerrada. No estamos hablando solo de invernaderos, sino que estamos hablando de cubiertas superiores".


El especialista remarca que las cubiertas superiores no necesariamente tienen que ser artificiales, como son los materiales plásticos, sino "que se puede pensar en volver a los cultivos mixtos, donde se cultivan, por ejemplo, las hortalizas bajo la sombra de árboles de mayor altura". Esto es una tendencia que se está utilizando mucho en el mundo y "probablemente volvamos a estos sistemas de producción". Una de las opciones en la zona de Cuyo, es hacer cultivos de hortalizas bajo los parrales.


El ingeniero Santibañez Quesada sostiene que el único problema que se presenta estas condiciones es que "se hace más difícil el manejo del cultivo, pero creo que un manejo más difícil retorna en un menor riesgo y un mejor rendimiento. Por esto vamos a tener que pasar por encima del problema del manejo y volver a sistemas más complejos".


Sobre la posibilidad de regresar a sistemas productivos más complejos y que esto afecte los niveles de producción, el especialista detalló que "creo que por el hecho de ser un sistema complejo que incluya una mezcla de especies altas con especies bajas, no necesariamente tiene que tener en el total menor rendimiento. Lo que tiene es una diversificación del rendimiento". En ese sentido detalla que "vamos a producir menos de cada especie, pero en el conjunto probablemente el agricultor podría tener un retorno económico relativamente estable o incluso hasta mejor".

El impacto de la sequía en Chile y Argentina
Al analizar la crisis hídrica más importante de los últimos tiempos en la región, el especialista chileno manifiesta que "las proyecciones que hay a futuro dicen que los regímenes de precipitaciones en esta zona del mundo van a seguir a la baja". Agrega que "más complicado que la menor pluviometría es que las lluvias se están concentrando en menos eventos, pero más intensos. Por lo tanto, el agua que aportan las precipitaciones tiende a escurrir muy rápido y tienen un menor aprovechamiento, este es uno de los factores de riesgo que vamos a tener que afrontar". Es por esto que sostiene que, en el corto plazo, "la gran tarea es la eficiencia hídrica, invertir en cómo usar el agua de la mejor manera posible".


A esto se le suma que las nevadas también tienen una importante disminución. "De alguna manera el agua se va hacer cada más escasa", concluyó.

Sobre el especialista

Fernando Santibañez Quesada es académico en la Universidad de Chile. Su formación es ingeniero agrónomo y doctor en bioclimatología. Es autor del Atlas del cambio climático en las zonas de régimen árido y semiárido: regiones de Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana (Chile).

Fernando Santibañez Quesada

"La agricultura que se viene tendrá que contemplar el manejo de los cultivos. Por ello, tendrán que volver a los cultivos mixtos".

INGENIERO CRISTIAN ALBORS- UNSJ

Subieron las temperaturas mínimas y máximas promedio

Desde la Cátedra de Climatología Agrícola hicieron un análisis de las temperaturas mínimas y máximas promedio de los meses de mayo, junio y julio. Detallaron que en 2023 estas estuvieron por encima del promedio de los últimos 33 años.


Recientemente desde la Cátedra de Climatología Agrícola de la Universidad Nacional de San Juan publicaron un análisis de las temperaturas mínimas y máximas medias de los últimos 33 años, de los meses de mayo, junio y julio.


El ingeniero Cristian Albors integrante del equipo de cátedra contó a Zonda Diario que "tomamos los meses de mayo, junio y julio y analizamos las temperaturas máximas y las mínimas de cada uno de esos meses para ver qué es lo que había pasado por lo menos en los últimos 33 años, es decir de 1990 hasta ahora".


Al hablar de los resultados, explicó que "la particularidad de este año, es que los tres meses analizados han tenido valores de temperaturas máximas medias por encima de lo que es la media de los 33 años en cuestión". Los resultados indicaron que las temperaturas máximas estaban por encima 1.2°C y las mínimas por encima de esos valores promedios en 0.5°C. 


El especialista contó que "tenemos años donde esto ha sucedido donde han estado las mínimas por encima del promedio en los años 2003/2001/1997, estas fueron alrededor de 1°C o 1.3°C. En tanto que las máximas que se registraron por encima fue en 2009 y 2015 y los promedios estuvieron en 1.7°C y 2.7°C".


Albors al analizar las razones por las que encararon este trabajo explicó que "hay una sensación de que el invierno fue bastante más cálido, que lo habitual", de hecho, entre los productores cuando se les consulta sobre el tema remarcan que este invierno no hizo frío.
Lo cierto es que los números corroboran que es cierta la apreciación, pero "también es cierto que esto ocurrió otros años". 


Pero hay una particularidad y es que "desde 1990 hasta la fecha no se ha registrado un año en que las máximas y las mínimas de los tres meses estuvieran por encima del promedio", lo que sin dudas marca la variabilidad tanto abajo como arriba en los valores. "Esto no significa que no haya ocurrido antes, tenemos que ver si esto sucedió antes del 90", de todos modos, destaca que en 2023 tanto las mínimas como las máximas han estado en simultaneo por encima del promedio", explica el ingeniero Albors. De hecho, lo que tienen que hacer a partir de esta particularidad es sondear en el pasado histórico.


Vale marcar que la Organización Meteorológica Mundial marca que los últimos 30 años, representan el promedio climático de una zona. Todos los datos que se cuenten anteriores a los 30 años que establece la organización son considerados como parte del clima histórico. 


El especialista detalla que "esta particularidad de que las mínimas y las máximas estén por encima del promedio pueden haber sucedido, solo que no tenemos registros vividos", detalló. 

IMPACTO SOBRE LAS HORAS DE FRÍO DE LOS CULTIVOS

El aumento de las temperaturas, sin dudas repercute en la posibilidad que tienen las plantas de acumular las horas de frío suficiente que llevan a una correcta brotación y desarrollo del producto en la temporada. El ingeniero Albors, informó que de acuerdo a datos que manejan en el INTA de Pocito, hasta el 1 de agosto "tenemos acumuladas 659 horas de frío". Vale marcar que los frutales de hoja caduca "necesitan acumular las horas de frío". Esto implica que las plantas se exponen a temperaturas hasta 7°C y 0°C. "La necesidad de esta acumulación en las yemas de las plantas es para que los inhibidores de la brotación, que se acumulan en invierno para que la planta no brote. El frío lo que hace es disminuir la concentración de esos inhibidores, lo que hace es que se laven".
Pero si se alcanza a la cantidad de horas de frío que necesita cada frutal "cada especie como damascos, membrillos, vides, ciruelos, tienen requerimientos diferentes". Lo que ocurre es que cuando no se alcanzan estos requerimientos "las yemas quedan con inhibidores por lo que pueden no brotar o no iniciar su proceso de crecimiento. También la brotación puede ser dispareja, como ha ocurrido en otros años". Esto lleva a que haya flores en tiempos donde no deben estar y como consecuencia "hay tamaños diferentes de los productos y no alcanzan la madurez al mismo tiempo".
Respecto al número de horas de frío afirmó que "lo que nosotros obtenemos es un cálculo teórico de las horas de frío, por lo que no sabemos cuánto es el total de lo que si acusa recibo la planta". Otro detalle importante a destacar es que "cuando las temperaturas superan los 14°C a 18°C las horas frío se restan. Como hemos tenido un invierno caluroso puede ser que hayamos restado horas de frío". El mejor ejemplo de esto es lo ocurrido con el viento Zonda durante el último fin de semana.
De todos modos, a pesar que los volúmenes en horas de frío son escasas se espera que en agosto y parte de septiembre se pueda llegar a este requerimiento de las plantas.

Últimas noticias

Ver más noticias