Viejo es el viento y Darío sigue encestando canastas
A los 47 años Darío Bustos sigue jugando al básquet. Salió campeón con el club de sus amores: Urquiza en el Nivel 2 del Torneo Oficial sanjuanino. Jugó 29 minutos y fue el segundo goleador del equipo ante la atenta mirada de sus hijos.
Con el pitazo final del partido una sonrisa se dibujó en su rostro. Miró a un costado, donde estaban Gonzalo, Josefina y Ana Julia y en ese momento Darío Bustos entendió que el deber estaba cumplido.
No hubo esa corrida de parte de sus tres hijos para abrazarlo, ya están grandes y no es la primera vez que lo ven campeón al papá.
Hasta el año pasado estuvo al frente de la Federación de Basquet de San Juan. Cumplida su tarea le picó el bichito de jugar de nuevo y no lo dudó cuando tuvo esa charla con Carlos Manrique el técnico de Urquiza B para volver a calzarse los cortos y en el club de sus amores.
"Todo salió de un día para otro, jugaba pero con gente de mi edad una vez a la semana. Yo sabía que no podría con el ritmo de entrenamientos, pero prometí dar lo mejor y por eso me animé a volver, lo hice mas por el placer que me genera estar en una cancha jugando que por buscar algún título" empieza contando Darío Bustos, justo el día después de salir campeón del nivel 2 del Torneo Apertura local.
En la final le ganó a Isca Yacú 89 a 84 y se quedó con el título y si llegara a repetir en el Clausura conseguirá el ascenso al Nivel 1.
"Yo no aporté demasiado, solo mi experiencia, algo de altura para los rebotes y algunos que otros puntos. Sigo fallando como siempre los libres, jajajaja" relata sonriendo el pivot de casi dos metros y que el próximo 2 de septiembre cumplirá 48 años.
Darío había dejado de jugar oficialmente hace varios años, antes de la pandemia decidió encarar la función de dirigente y fue electo como presidente del ente que regula el básquet sanjuanino.
"Yo veía jugar a mi hijo y la verdad que no me desagrada la idea de algún dia poder jugar en el mismo equipo que mi hijo, pero es mucha la diferencia y las chances son casi nulas, pero sería un sueño" contó Darío.
En mitad de cancha abrazado a sus compañeros a los que dobla en edad Dario sabe que dio un paso importante.
Cada partido jugado y el día despué son una señal para muchos, pero no para Darío. Sabe que esto de jugar a los casi 50 años es mas un dulce hobby que una realidad a concretarse de manera permanente.
"Disfruto jugar, pero no se si puedo estar a la altura de la exigencia de un nivel 1. Mientras el cuerpo me de y en la farmacia me vendan calmantes para los dolores seguiré" remarca sonriente Darío Bustos.
Gonzalo, su hijo es un justo heredero. Ya juega en la primera división aún teniendo 17 años. Ana Julia también juega al básquet pero comparte actividad deportiva con el hockey sobre césped.
En la final tuvo una planilla casi perfeta con 29 minutos y 8 segundos en cancha donde aportó 21 puntos, con 3 de 3 en triples, 3 de 4 en dobles y 6 de 10 en libres, 8 rebotes y 2 asistencias.
Estos son números, que son propios de un jugador de 20 años, pero la realidad es de un jugador que se acerca a los 50, al que la pasión por el básquet lo lleva en la sangre, porque quiere con su ejemplo mostrar no solo a sus hijos sino también a los pibes que se puede seguir, aunque sea con dos rodilleras,vendados y los calmantes en el bolso para el día después de jugar porque la naranja aún sigue pidiendo de sus piques en el hermoso parquet de su casa: Urquiza.
CIFRAS:
Puntos anotó Dario Bustos en el primer partido de la final que fue victoria de Urquiza 81 a 77. Jugó 28 minutos.
31
Minutos jugó en el segundo partido de la serie final en la cual anotó 15 puntos. En este juego fue el único que no tuvo efectividad 100% de tres puntos hizo 4 de 7. En el 1° y3° juego anotó todo lo que tiro desde los 6,75mts.
Es el número elegido por Dario Bustos para jugar con la camiseta de Urquiza. Toda su vida uso la 13 pero en este caso tiene que ver con el número con el que juega su hijo Gonzalo
