José Sosa cumplió con otra misión brocheriana
En esta ocasión fue participando de la cabalgata a Atahualpa Yupanqui. También tuvo la oportunidad de estar en el desfile del día de la Patria en Tucumán. "Fue un momento muy emocionante para todos los que participamos", dijo Don Sosa.
Este 26 de mayo, Tucumán le rindió homenaje a su poeta máximo, don Atahualpa Yupanqui. Es por esto que desde Acheral y tocando la "Lunita Tucumana", comenzó un recorrido muy especial para los participantes. El destino del recorrido Tafí del Valle. Entre ellos estaba don José Sosa, un gaucho sanjuanino que viajó desde nuestra tierra a acompañar a los paisanos de a caballo del "Jardín de la República".
La Cabalgata fue organizada por Alfredo Zoraides, un paisano de la zona, que fue quien dio inicio a la marcha, con guitarra en mano, cantando la emblemática zamba de Yupanqui, "Lunita Tucumana". Pero en esta ocasión la marcha de los hombres de a caballo, tuvo un complemento más, es que don Sosa, llegó al lugar con dos imágenes de Brochero, que quedaron en esas tierras. De esta forma, nuestro gaucho cuyano, sigue cumpliendo con su misión brocheriana a lo largo de la Patria. Sin dudas al momento de rememorar los miles de kilómetros recorridos don Sosa afirma que "es un reconocimiento al Padre Jorge Rearte", a quien acompañó por los caminos argentinos con la palabra de nuestro santo argentino. Una de las imágenes de Brochero fue entronizada en Acheral y la otra en el Cerro Alubión.
"Debo agradecer al Padre Jorge Rearte que fue quien me marcó en mi misión brocheriana"
En esta ocasión, don Sosa, llegó sin animal ni montura para hacer el recorrido. Es por esto que en Tucumán Hernán Perez- padre- y Leandro Perez- hijo- le prestaron una mula para hacer el camino yupanquiano. La familia Perez fue anfitriona de nuestro gaucho sanjuanino.
También don José Sosa, participó el día 25 de Mayo, del desfile del día de la Patria en San Miguel de Tucumán.
Vale decir que en ningún momento faltó en el recorrido, los mates, sopaipillas, las cintas celestes y blancas y nuestro santo argentino. Al final del camino, el asado gaucho y la posterior desconcentración.
Ya de regreso, don Sosa se mostró muy satisfecho, porque "todo lo que hicimos fue transmitir la palabra de nuestro santo".
