"El deporte me hizo vivir de nuevo"

Estaba en el suelo, tirado con la moto aún acelerada a un costado. Era la tarde del 29 de mayo de 2011.

Pese a todas las protecciones utilizadas, la mala caída lo dejó inconsciente y con mucha preocupación en su entorno.

Las horas que vinieron fueron muy difíciles para la familia. El diagnóstico era totalmente desalentador. Mientras Sebastián Fernández estaba en Terapia intensiva, sus seres queridos recibían la mala noticia:

"Sebastián está condenado a una silla de ruedas de por vida, porque su caída lesionó la médula y las partes inferiores de su cuerpo quedaron inmovilizados para siempre".

Luego de despertar, Sebastián sabiendo de su desalentador pronóstico, reaccionó como se esperaba, con dolor, impotencia y tristeza.

A los 35 años y en la plenitud de su vida como deportista, todo parecía derrumbarse.
Sin embargo en ese momento aparecieron todos. Si,  todos lo que Sebastián necesitaba. Lo llenaron de energía y empezó a mirar como se podía practicar deporte adaptado.

"Yo tenía la imagen de la persona en silla de ruedas mirando pasar los autos. Pero en los cinco meses de recuperación me di cuenta que se podía practicar deportes y me propuse lograrlo, porque mi vida estuvo ligada siempre al deporte" empieza contando Sebastián en la tranquilidad de casa.

Llegar hasta él fue un trayecto largo, por las esperas y sobre todo por sus horarios de entrenamientos.

La meta de Sebastián Fernández es correr su segundo Ironman 70.3. Ya esta inscripto para la competencia que se correrá en San Juan el próximo 26 de marzo.

Esta prueba consiste en recorrer 1,9 km de natación en las aguas del dique de Ullum, 90 kilómetros de ciclismo uniendo la zona de los diques con la ciudad y 21 kilómetros de pedestrismo.

"Aunque algunos no entiendan o pueda parecer gracioso que yo un parapléjico como estoy, esté arriba de una bici o pueda correr media maratón. Tengo mi bici adaptada y también mi silla de ruedas para hacer la parte final de la carrera" cuenta entre sonrisas al ver la cara de preocupación del periodista que no termina de entender como hará Sebastián para correr.

¿Obstáculos en su vida? Los tuvo a partir del 2011 que salió del hospital en silla de ruedas.
Sin embargo  Seba tuvo la capacidad de reinvertarse.

"El deporte me hizo vivir de nuevo. Lo que yo puedo decir como experiencia es hacé, no te quedes quieto porque la vida sigue y a que ponerse en ritmo. Yo hoy tengo como objetivo el ironman que es palabras mayores, pero que aún tengo sangre en el ojo porque el del año pasado me complicó la bici", remarca Sebastián.

El recorrido a realizar en los 90 km de ciclismo son una dura prueba para cualquiera, pero para él es mucho mas.

"El circuito del pedestrismo, será la parte más difícil y decisiva para mí, es lo que me pone más nervioso a la hora de pensar en la carrera. Si bien son tres horas en la parte de pedestrismo, al tener tantas subidas el circuito, mi velocidad se disminuye mucho por la pendiente. Básicamente en estas dos semanas que faltan para la competencia cambié completamente mi entrenamiento, lo encaré de otra manera para poder compensar el cambio de circuito".

Es inevitable no mirarle las piernas que están inmóviles pero en su rostro hay una sonrisa que van de la mano con su buen estado de ánimo.
La jornada del lunes fue extenuante por  los entrenamientos Cerca de cinco horas tratando de buscar la mejor puesta a punto.

"En mi caso algunas sesiones de entrenamientos pueden llegar a durar hasta 5 horas, luego de entrenar, la recuperación es una parte fundamental. En esta recta final, voy a trabajar en las dificultades y en esos déficit que tengo, la semana previa a la carrera la tomare de descanso para poder afrontar la carrera de la mejor manera en el aspecto físico" sentenció el deportista que forma parte del Programa de Deporte Adaptado de  la Secretaría de Deportes de la provincia.

Antes de llegar a correr el presente Ironman, Sebastián ya compitió en otras pruebas de exigencias, en las cuales consiguió buenos resultados.

A pocas semanas del inicio de un nuevo desafío para el sanjuanino, la ansiedad es el factor común.

"Estoy con muchas expectativas, con los nervios y la adrenalina propias de las carreras. En esta etapa final de preparación estoy tratando de mejorar en los entrenamientos de la silla de maratón, trabajando en los tiempos de la parte final de la competencia, los 21km de pedestrismo, que serán la parte más exigente de esta segunda edición del Ironman en San Juan".

Sebastián está unido a su silla de ruedas, después de 11 años de pelea diaria vive sin presiones y con la necesidad de seguir sonriendo.

"No siempre fui fuerte, tuve mis recaídas porque no es fácil acostumbrarse a no caminar, a correr. Todo lo que hice durante 35 años lo tuve que dejar de hacer en un instante. Pero no me dejaron solo, hubo amigos y familia que me empujaron a salir adelante. Así pude correr cuanta competencia había y hoy me siento muy bien. Las piedras en el camino ya no son un impedimento, más de lo que me pasó no me pasará. Hoy disfruto a pleno del entrenamiento y

espero la carrera con ansiedad para poder cruzar la línea de  meta que es mi gran premio"
Durante la entrevista, Sebastián Fernández nunca dejó de sonreir. Su impronta la transmite y parece que no hay forma de cancelar sus sueños e ilusiones.