Carlitos López también es leyenda
A los 45 años todavía sigue jugando en la elite del hockey sobre patines. Es el capitán de la UVT pero tiene 33 años jugando en primera división. Jugó en España y Portugal pero volvió para quedarse en San Juan y seguir sobre ruedas.
Es el primero en llegar al entrenamiento y el último en irse. No es que lo hace ahora, lo hizo siempre, desde aquella primera vez que su papá Tito lo llevó a una cancha a los 3 años con los patines puestos.
Carlitos, en vez de tener una bici o una pelota de fútbol, tuvo una bocha, un palo y los patines extensibles.
Empezó a caminar casi al mismo tiempo de empezar a patinar. Hoy a punto de cumplir los 46 años, Carlitos López aún sigue jugando y en muy buen nivel.
Está claro que su experiencia la vuelca en la pista y lo disfruta.
"Este año si creo que es el último. Sigo disfrutando de cada entrenamiento, de cada partido, me siento bien físicamente pero me está picando el estar del otro lado de baranda dirigiendo", comienza contando Carlitos en la mesa del Café HC ubicado en la tradicional esquina de los López: Ignacio de la Roza y Güemes.
Carlitos se inició en Olimpia pero llegó hasta los 8 años donde se cruzó de vereda para llegar a la UVT. El camino recorrido a lo largo de 33 años lo han llevado a ganar todo tipo de títulos y no le quedó nada por ganar.
"Soy un privilegiado de la vida, me fui muy joven a Europa. Fue por una prueba de tres meses y me quedé por 18 años. Estaba en UVT y salió la posibilidad de ir al Liceo B. Logramos el ascenso y justo se lesiona Raúl Monserrat y me ofrecen contrato por un año. Me quedé 5, ganando todo. El Liceo me abrió las puertas y me permitió madurar hasta que me salió la posibilidad de jugar en el Barcelona, lo que todos deseábamos" rememora el papá de Luciano y Micaela.
Ninguno de sus dos hijos juegan al hockey. Eligieron disciplinas diferentes. Luciano de 18 años es arquero de Futsal de La Gloria y Micaela juega al Voley en Hispano.
"Me acuerdo que llevaba a Luciano, lo tenía que vestir por completo, en la cancha la bocha andaba por un lado y él por otro. Un día me dijo no quiero jugar al hockey y empezó el futsal como arquero", cuenta en la intimidad el esposo de Irene, la gran compañera de este viaje por el mundo del hockey sobre patines.
Carlitos lleva mas de tres décadas jugando y su comienzo en la primera fue a los 13 años.
"Se jugaba un campeonato Argentino Junior en Paraná, mi papá era el DT y se llevó a varios jugadores de primera. La Federación no paró el campeonato y hubo que jugar. En ese momento el técnico era Roberto Roldán padre y me convocó a mi para la segunda. El partido era con Olimpia, el clásico. Cuando iba a empezar la primera me dijo que me quedará. Yo tenía 13 años y tenía un ´cagazo´. El partido estaba 3 a 3 y me metió unos minutos. Perdí una bocha, di un par de pases pero me quedó un rebote y tuve la suerte de hacer el gol del triunfo. Después de ese partido, Roberto me llevó a todos los partidos hasta la final que ganó la UVT. No porque era bueno lo hizo por cábala...jajaja" sonríe Carlitos.
En Europa estuvo en España y Portugal, sin dudas que el llegar a Barcelona fue un sueño.
"Y es lo que todo jugador desea. Se me dio y puede estar 6 años y disfrutar de mucha gloria. A mis 34 años me dijeron que prescindían de mi por la edad. Surgió lo del Benfica pero fue una decisión difícil. Mis hijos se adaptaron rápido al idioma y yo andaba para todos lados con un cuadernito anotando todo. Fue una linda etapa con títulos internacionales muy importantes".
Volver a San Juan con una vida ya hecha en Europa no fue fácil. "Las raíces tiran. Lo meditamos mucho con mi esposa y mis hijos. Volvimos porque San Juan es nuestro lugar y acá está nuestra vida" cuenta con el pecho inflado el hoy jugador de UVT, pero que en San Juan también jugó en Social y Bancaria.
Volvió a casa para despedirse en el club donde empezó su historia.
"Jugar en San Juan, en Europa, con la selección son sueños cumplidos. Ser campeón del mundo y sentir el cariño de la gente no tiene precio. En la pista disfruto y soy feliz pero me está picando el bichito de dirigir. Veremos que pasa a fin de año. Del hockey estoy seguro que no me voy a despedir nunca" reflexionó Carlitos López, el hijo de Tito, el jugador que es leyenda en el hockey sobre patines mundial.
LA FOTO CON MESSI
Cuando Carlitos López llegó al Barcelona en el 2004, Lionel Messi ya empezaba a mostrarse en primera.
"El vivía en La Macía, que estaba al lado de la cancha de hockey. Me lo cruzaba en las cenas de fin de año del club y en Reyes que ibamos por los hospitales. Cuando ya me estaba por ir, coincidimos en un viaje de vuelta de La Coruña. Lo fui a buscar para una foto y muy humilde aceptó. Mi foto con mi celu salió borrosa y la de una persona que venía en el vuelo salió mejor y me la pasó, es un crack Messi" contó Carlitos.
