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LA MISIÓN

"Saber cuándo y dónde comunicar requiere un gran aprendizaje"

Ariel Ocampo, se dedica a asesorar en comunicación. En tiempos de la infointoxicación su tarea no es fácil, pues tiene que adaptarse a los tiempos y a las necesidades de cada uno. Sostiene que los procesos comunicativos se tienen que planificar en el tiempo y que las soluciones de corto plazo quedan en eso.

Asesorar en comunicación en estos tiempos no es una tarea fácil. Cuando se habla de esto, todos creen que de alguna manera tienen la clave para hacerlo, sin embargo, el camino es difícil y requiere un aprendizaje. Cuando analiza la comunicación Ariel Ocampo, asesor en comunicación y docente sostiene que esta tiene que estar orientada a la persona. Si esto no ocurre, se están cometiendo algunos errores. "El tema es que el centro no debo ser yo, sino la gente".

Papá de cinco hijos dice que "los chicos todos los días me actualizan", a su vez, añade que su mayor temor "es no saber escuchar".

Ocampo hace una introspección y se mira, asimismo. "Cuando estudié abogacía pensé que con ella podía ayudar a las personas", pero en el camino descubrió que "los dones de la comunicación", estaban en su ser. "Me impactaban los profesores sabían llegar". Además, su formación en la Acción Católica, en la Parroquiade la Merced, desde muy chico lo puso ante la gente, a quien ayudar". Agrega que siempre se puso pruebas "y las cosas que no me salían las practicaba hasta que lo lograba". Es por esto que "en el camino decidí centrarme en las cosas que me salían bien, centrarme en las personas. Tuve como hitos que me ayudaron a saber la importancia de la comunicación personal y su impacto.

El tiempo lo llevó a formarse, e ir a Roma y allí ponerse en contacto con formadores diferentes". Sostiene que hoy su mayor preocupación es "creer que escucho y que ya se las respuestas", en relación a los planteos que le pueden hacer sus hijos. Tiene cinco, una bebé recién nacida. "Mis hijos me actualizan en estar atento, son mi primer laboratorio de cosas para preguntar o para hacer".

Ariel sabe cómo manejar los clímax de su audiencia. Cuando lo ven al frente, todos saben que tiene algo para decir. Puede ser oral o simplemente con un gesto. "Me siento muy bien en la comunicación directa, en el cara a cara, son las condiciones donde puedo llegar a darle herramientas a la otra persona". Entre sus alumnos o asesorados han pasado empresarios, políticos o simplemente "personas que quieren mejorar su comunicación". Afirma que "es muy lindo ver a las personas logrando su brillo, o acompañarlos en sus tiempos de oscuridad".

Expresa que ayudar en la vida es una misión "que se va concretizando. Para mi ayudar es acompañar y potenciar a personas que por ahí sienten que no tienen habilidades o aquellos que sabiéndose habilidosos quieren hacerlo".

Por ello cree que "es importante sistematizar los acompañamientos para tener como centro a la persona. Cómo influye su historia, su pasado, su educación y como podés proyectar".

Es por esto el desafío del formador es "cómo descubro o ayudo a que la persona pueda descubrir su proyecto, las habilidades que necesita y cómo potencia las que tiene".

En la actualidad "hay un exceso para querer hablar y contestar". Por esto "saber lo que hay que decir, cuándo y cómo es un aprendizaje y no es por reacción". Cuenta que "me pasa en una diplomatura que dictamos sobre oratoria y comunicación eficaz. La mayoría quiere venir a aprender a hablar, pero el trabajo es aprender a desarrollarse para comunicarse con uno, para comunicárselo a los otros", afirma.

Para ser efectivos "la comunicación tiene que tener como finalidad la mejor relación con las personas y con uno mismo".

Por ello, "creo que los sabios son los que saben más escuchar que hablar. Son los que pueden decir mucho en pocas palabras". Esto lo tiene que adoptar cualquier líder que tenga un función política, la administración de una empresa o la familia. Para ello "se tiene que comunicar con menos palabras y más con ejemplos, pero saber siempre lo que voy a hablar".

A la hora de asesorar en comunicación explica que "los mejores clientes no son los que se quedan en una empresa o en una gestión, sino que tienen un proyecto".

Cuando asesora en comunicación, muchas veces se tienen que dar respuestas inmediatas, "pero a mi me interesa más el proyecto a futuro, porque el que tiene un fracaso cuando tiene un proyecto, igual puede seguir. Si vamos por el resultado pierde la persona y la comunidad".

En este camino de sistematizar el acompañamiento en comunicación expresa que "la preparación y la plafinicación es una etapa que la hacemos en un solo segmento. En cambio, los que están llevando la comunicación en países europeos, tienen más microsegmentaciones y estrategias de comunicación". "Se hace un esfuerzo para planificar constatando a mejores fuentes. Acá se hace mucho esfuerzo en la persona y no en los equipos de comunicación". Agrega que "lo mismo ocurre en términos de liderazgo". Es por esto que explica que "tenemos un sesgo, que la persona que lidera es la que define, la que más tiene que saber o que tiene la última palabra, eso lo tenemos que mejorar".

Para Ariel Ocampo, siempre la comunicación "tiene que ser un medio para lograr un fin".

"Pero cuando intrumentalizas a las personas, creo que hay un problema". "El marco que puede definir un equipo, a un líder es el proyecto que lo precede. Hoy tenemos proyectos que son personas y es donde hay una diferencia muy grande".

Sobre los líderes que trabajan con las personas señala que "son los que conocen a su gente, y el que lo hace no necesita saber cómo motivarlas. Hoy está de moda motivar a los equipos, creo que ahora el gran problema que tenemos es que hay líderes que desmotivan. Se valora al que conoce y los tiempos los marca con la gente", por ello considera que cuando se planifica se hace desde la idea y no de la realidad. Esto es fundamental en el trabajo de equipos. "Vos te tenes que encontrar con el equipo y en base a ello llevar un proyecto. Pero hay muchos que traen un manual y quieren que la gente entre" y eso "hace que los liderazgos absolutos generen muchas fricciones y desgasta a las personas".  Insiste en que "no hay que hacer tantos cursos para motivar a las personas en una empresa sino hacerlos para no desmotivarlos".

Lo cierto es que en su accionar diario, las personas que necesitan un asesoramiento se acercan con niveles de pretensión. "El pedido que se repite de manera transversal es revelar el verdadero problema. No es que tengas que comunicar mejor, necesitas incorporar a tu desarrollo personal, un tiempo para pensar tu comunicación, sino estás incorporando una acción sin poder pensar como es el proceso." Es por ello que remarca que "lo que cuesta es determinar cuál es el verdadero problema". "Para mí el tema es el mejoramiento del equipo y el liderazgo, donde la comunicación sean transversal", para lograr el crecimiento. Por ello postula que "el planteamiento del mensaje, tiene que ver con cuál es tu público". Es por ello que se pregunta "¿querés mejorar la comunicación para demostrar que sos mejor que los otros, para pegarle a tu competencia o querés mejorar tu comunicación para desarrollar un proyecto?" Para ello se tienen que tomar algunas decisiones y "lo primero que tiene que considerar un líder cuáles son sus límites y valores. Se debe hablar de lo que hay que hablar, aunque nadie lo hable y no hablar de lo que no hay que hablar, aunque todos los hagan". Una vez definido esto "adecuar bien el mensaje al segmento de público al que te dirigis". 

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