"Entrené con varones para llegar bien al mundial"

Nos sentamos con mi hijo en la platea este, a la altura del arco sur con el único objetivo de mirarla de cerca. Observar sus movimientos y entender como es que se llega a una selección Argentina.

Con un apuntador en mano y una bic un tanto desgastada comenzamos a anotar cada una de sus intervenciones.

Lucas anotó 24 atajadas de Anabella Flores Diapolo. De esas atajadas 14 fueron en un rebote. Todo pasó ante un Portugal que solo puedo convertir con un gol que  apenas se pudo ver si la bocha entró.

Pero esa actuación no fue casualidad y la repitió en la final. Y Argentina con las atajadas de Anabella Flores empezó a construir su título de campeona mundial.

Pasaron 48 horas del logro más importante de su carrera deportiva.
Con una voz desgastada por los gritos de festejos, la sanjuanina campeona del mundo del hockey sobre patines tiene tiempo para contar su historia.

"No vi, ni leí nada todavía, se que es loco pero creo que todavía no caigo" empieza sincerándose la arquera nacida en la cantera de Concepción Patín Club.

Rápidamente empieza a contar detalles de lo vivido y no solamente en el partido final.

"Detrás de esto hay mucho esfuerzo en lo personal, en lo técnico y en lo  táctico. Empecé en marzo a entrenar con varones, lo hice con los juveniles de Concepción, en Estudiantil, en Olimpia y en Bancaria. Eso fue determinante y el entrenamiento que llegó a ser en triple turno. Me juré a mi mismo que iba a llegar bien y ..."

La interrupción en su relato es extraño. La primera suposición es creer que es un problema de emoción, pero Anabella lo  hace más simple.

"Increíblemente nos atacó un virus a mi y a otras chicas, pero a mi me afectó mas. Jugué el primer partido y me perdí los dos siguientes. Pude aparecer en cuartos con Francia".

Argentina terminó con 4 goles en contra, una cifra que está entre las mejores en la historia de los mundiales.

Viviana Foresto y María José Gioja la antecedieron en su puesto y ellas son las arqueras que recibieron un gol durante un mundial.

"Antes se cerraban en un cuadradito y era difícil entrar. Hoy te tiran de todos lados, no solo eso, te buscan el rebote. Así es España. Las habíamos estudiado y son insistidoras"

Anabella cuenta que empezó a jugar al hockey a los 7 años, con los patines grandes de su hermano Diego. Hasta los 10 años un tiempo era arquera y el otro jugadora.

"A los 10 años Pía Sarmiento me dijo que me tenía que definir. Y yo decía son nueve jugadoras y una arquera. Tengo mas chances estando bajo el arco" sonríe al contarlo.

Aquellas primeras tardes de sus inicios los vivió acompañada de su papá Abenamar y su mamá Laura. Jugar en San Juan, el mundial con su gente fue especial.

"La verdad que si nombró a todos los que me apoyaron para llegar aquí no terminó mas y me puedo olvidar de alguien. Pero no puedo dejar de mencionar a mi  hermano que se vino de Italia para verme jugar. A Santiago, mi pareja, que me bancó en todo  y en mis padres a todos los que saben que los quiero por esta banca mundial".

Argentina fue campeón desde los goles de Julieta Fernández y Adriana Soto, pero también desde las atajadas de Anabela Flores, esa joven que se preparó para buscar su revancha, su propia gloria, la que buscó desde esa final perdida en Barcelona hace 3 años.

Mientras veíamos como Argentina celebraba su título con Anabella y la Copa levantada, mi hijo  me preguntó ¿Algún día voy a poder llegar a atajar para la selección?

La respuesta fue fácil: "mirá a la jugadora que tiene la 10 en la espalda. Ella se lo propuso, la voltearon y se levantó. Lo buscó una y otra vez. Nunca se dio por vencida y hoy levanta la copa, porque todo llega cuando se trabaja con esfuerzo y pasión, como  lo hace Anabela Flores Diapolo.