¿Qué pasa con la piel y el frío?
Durante el invierno nuestra piel se seca y se deshidrata, lo que genera picazón y molestias. Los agentes externos, como el exceso de calefacción o el viento, favorecen la eliminación del agua, provocando el re secamiento y la descamación de la piel.
Con el frio nuestra piel necesita de tratamientos específicos, como así también tratamientos que nos ayuden a lucir una piel joven, fresca y saludable.
Tratamientos específicos
Productos con mayor concentración de activos para lograr beneficios tangibles desde la dermis y visibles en la superficie, atacando preocupaciones especificas en la piel de manera más eficiente.
Lo importante es la estimulación a nivel dérmico consigue mejorar de manera visible el aspecto de la piel, junto a una mayor elasticidad y resistencia en las capas protectora a nivel superficial lo que permite lucir un rostro fresco.
Consejos que nos servirán
para mimar nuestra piel
.Hidratar a diario y varias veces al dia la pie.
.Evitar productos agresivos para el lavado. Usar productos suaves y testeados dermatológicamente.
.Evitar duchas con agua muy caliente o muy fría. Aumenta la deshidratación de la piel.
.Hidratar labios.
.Usar guantes y prendas de abrigo.
.Evitar cambios bruscos de temperatura.
.Cuidar la alimentación. Aumentar el consumo de vitaminas y antioxidantes.
.Beber entre 1,5 a 2 litros de agua al dia.
Es importante elegir un producto que combata el envejecimiento ya que esto va a estimular la producción de colágeno y elastina desde la dermis. Por ello la hidratación y la nutrición juegan un papel importante.
Las cremas son para sellar todo tipo de tratamientos faciales. Según el tipo de piel es la que vamos a utilizar y que tratamiento vamos hacer.
La HIDRATACIÓN significa restablecer los niveles óptimos de agua en la piel. Es el principio básico de un tratamiento para cualquier edad ya que el agua es algo que siempre necesitamos.
La piel recibe agua desde el interior del cuerpo ya que nuestro organismo se encarga de dar de beber a nuestras células de manera constante.
En cambio las capas superiores no reciben la misma cantidad de agua que las que están más abajo ya que están formadas por células muertas. Es por ello que las cremas cumplirán esa función.
La NUTRICIÓN es dar de comer a nuestra piel, es decir, regenerar las células de la epidermis y fortalecer la barrera protectora natural de lípidos para evitar la deshidratación y la sequedad.
Las cremas nutritivas tienen más concentración de ingredientes activos que las hidratantes.
Esto significa que cuantos más mayores somos, más nutrición necesita nuestra piel.
Aunque no existe una edad exacta para empezar a usar cremas nutritivas, a partir de los 30 años es aconsejable que las cremas lleven más activos nutrientes para combatir los signos de envejecimiento (arrugas y falta de elasticidad).
Lo ideal lógicamente seria combinar ambas (hidratantes y nutritivas).
Las cremas nutritivas deberían aplicarse de noche para ayudar con el proceso de regeneración celular y seguir un incremento en la suavidad, densidad y firmeza de la piel.
Las cremas hidratantes deberían usarse durante el dia para aportar el agua necesaria y proteger la piel de los radicales libres y prevenir el envejecimiento prematuro.
