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Lunes 16 de Septiembre, 2024
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Los pibes de Banfield bailan a Boca

Un juvenil equipo de Banfield goleó a Boca 3 a 0 en La Bombonera. Los goles fueron convertidos por Ramiro Enrique en dos ocasiones y Giuliano Galoppo.

Duele. ¿Cuanto? El martes estará la respuesta. Boca fue aplastado por un Banfield práctico y simple.

La juventud y la confianza pueden ir de la mano y se pueden convertir en un combo letal. Eso pasó con Boca en la fría noche de la Bombonera que dejó helados a todos.

El juvenil equipo de Banfield le dio una cátedra de fútbol a un desconocido Boca. Es cierto que los que jugaron anoche no tienen continuidad, pero son jugadores de primera.

Las fragilidades defensivas pusieron contra las cuerdas a Boca en su propia casa.
No es que Banfield tuvo tres llegadas en el primer tiempo y tuvo efectividad al cien por ciento.

Impuso desde la velocidad en el traslado y la buena ocupación de los espacios seis ocasiones clarísimas de gol.

El primero llegó a través de una buena jugada colectiva en el que hubo una sucesión de toques y desborde de Ramiro Enrique para asistir a Giuliano Galoppo que con una hermosa tijera la clavó en el ángulo de García.

https://www.youtube.com/watch?v=1mxXxafgoTE&ab_channel=ESPNFans

Ese gol no fue casualidad, fue producto de lo que ya había mostrado y que llevó a intervenir al arquero de Boca.

Superada la media hora Banfield seguía controlando el juego y en cuatro minutos le dio un par de cachetazos mas.

Urzi ganó por la izquierda y lanzó un centro a ras de piso para que apareciera por el segundo palo el hijo del Negro Enrique para marcar el segundo.

A los 37 el mismo Enrique recibía una asistencia de Galoppo y entrando al área fusiló a Javier García.

El silencio en La Bombonera era el fiel reflejo de lo que pasaba en el propio campo de juego. Un Boca tibio y desconcertado no reaccionaba.

En el complemento, Boca mostró un poco mas de actitud pero no generó demasiado. Solo un tiro libre de Molina que salvaron a medias Bologna y el palo.

Banfield fue muy práctico y se aferró a un libreto muy simple que fue esperar y contragolpear. El orden fue fundamental para hilvanar una gran victoria que puede pegar duro en la Bombonera.

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