Las últimas nevadas en la Cordillera se consolidaron y es buena noticia

Las precipitaciones níveas de principios de mes fueron ayudadas por las bajas temperaturas que permitieron que la nieve se conservara para observar con mayor optimismo el inicio del calendario de riego de la próxima primavera.

Escribe: Omar Andrada

En los últimos días de mayo y los primeros de junio se registraron importantes nevadas en la alta Cordillera sanjuanina que son las que se precisan para que haya un mejor escurrimiento en los meses más cálidos para que los drenajes lleguen a los diques y paliar, en cierto grado, la crisis hídrica por la que atraviesa la provincia.
Ramiro Cascón, secretario del Agua y actualmente a cargo de la Dirección de Hidráulica, indicó a Zonda Diario que si bien es cierto las precipitaciones níveas no han sido muy importantes, han permitido que se sostengan las alturas de las acumulaciones ya existentes, lo que es auspicioso teniendo en cuenta los bajos niveles de agua con los que cuentan actualmente los diques que provén agua para riego y consumo humano en el Valle de Tulum.
Lo positivo es que ésta vez hubo precipitaciones sobre la cuenca de los ríos San Juan y especialmente Jáchal que son las que se aprovechan.
Cascón aseguró que con la última nevada "se ha logrado mantener la altura de la anterior, que ocurrió con poco tiempo de diferencia, porque hubo temperaturas que ayudaron a consolidar y conservar esa nieve, ya que otras veces a los pocos días se derretía o sublimaba y se perdía".

 

El próximo 22 de agosto finalizará el período de corta de agua y se iniciará el calendario de riego.

 

El funcionario detalló que en algunas estaciones en las que se mide la cantidad de nieve caída se registraron niveles de 20 centímetros, 40, 50 y hasta 60 centímetros.
No obstante remarcó que si bien los valores son auspiciosos no se puede decir que alcanza para satisfacer plenamente la demanda.
"Estamos lejos porque hay que recordar que el año pasado toda la cuenca alta drenó y tenemos que recomponer la altura del agua subterránea y de las lagunas de la alta cordillera", explicó.
A ello hay que sumarle que también está pendiente de recuperación el nivel de agua embalsado en los diques. Además, "gran parte de la nevada se va a quedar arriba equilibrando el sistema en los niveles naturales", precisó.
En ese sentido reveló que según las proyecciones de los estudios realizados para el 1 de octubre, que es cuando se inicia el año hidrológico, se estaría arrancando el ciclo con 70 hectómetros menos que el año pasado.
"Eso nos obliga a seguir siendo racionales y cautos, porque si en los meses que faltan (julio, agosto y septiembre), confirmamos un año bueno, esa nieve que cayó recién va a aportar a los ríos sobre diciembre y enero".
Cascón recordó que el calendario de riego se va a iniciar el 22 de agosto pero que durante la corta de agua que está vigente se hicieron algunas entregas de agua para los usuarios de hortalizas de invierno, a lo que se han volcado el bombeo de las perforaciones oficiales a los canales.
Agregó que en la actualidad la disponibilidad de perforaciones para extraer agua es de un poco más de 60 pozos, aunque la mayoría están parados, pero se continúa contratando arreglos y perforaciones.
Durante la próxima primavera la idea es complementar la producción de agua a través de los pozos.

 

El próximo ciclo hidrológico se iniciará con 70 hectómetros menos de agua que el año pasado.

 

"La cuenca del Río Jáchal, en el norte de la Cordillera, es donde se ha producido la mayor precipitación de nieve".