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Jueves 19 de Septiembre, 2024
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Los mineros que se reinventaron para seguir trabajando en SJ

Se quedaron sin trabajo en la mina de Casposo en 2019. Por ello se organizaron y armaron una cooperativa. Hoy venden a las mineras cajas para "los testigos" que llevan a laboratorio para analizar la mineralización.

[starbox]Los integrantes de la Cooperativa La Esperanza son de Calingasta y desde siempre hicieron un culto al trabajo. En 2019 se quedaron sin trabajo en la Mina de Casposo que estaba en Calingasta y a partir de ello tuvieron que reinventarse para seguir adelante. "Algunos de los que quedamos sin trabajo se reubicaron en otras mineras pero muchos por grandes quedamos afuera", cuenta Fabio Ibaceta, presidente de la Cooperativa la Esperanza.
En ese proceso se pusieron a trabajar y construyeron cajas para los testigos - minerales que se extraen para su evaluación en laboratorios- que llevan las mineras para determinar su mineralización.

En el momento en que se quedaron sin trabajo "armamos un grupo para ver que es lo que podíamos hacer. Hicimos una pequeña cooperativa con cinco personas, que luego se amplió a 10 porque que era lo que nos pedían desde la Dirección de Cooperativas", explicó.
Es así que "nace la cooperativa de trabajo de construcción y carpintería. De esa forma surgió la idea de hacer las cajas para testigos de las empresa mineras". De acuerdo a lo que expresaron los cooperativistas, estas cajas tenían un solo proveedor en el departamento y no podía cubrir la demanda, por lo que las mineras las tenían que comprar en Mendoza.

Es así que comenzaron con la construcción de las primeras 100 cajas que se la vendieron a la operadora del proyecto San Francisco. "A partir de ahí nos empezaron a comprar y nos hicimos conocidos". De esa forma "comenzamos a ofrecer nuestro producto afuera". En ese camino de crecimiento le vendieron cajas a una empresa de Mendoza, instalada en San Juan, "nos pagaban un bajo precio y ellos las revendían en los proyectos del sur del país".
Ya constituidos como proveedores, varias empresas les compran las cajas para testigos. Pero "queremos hacernos conocer en la provincia, pretendemos entrar en el proyecto Josemaría, Veladero o los proyectos de Calingasta. Sabemos que mientras más demanda tengamos, mas vamos a producir y más mano de obra vamos a tomar". En la actualidad en la cooperativa hay 18 trabajadores directos y 5 de manera indirecta, a quienes les alquilan los camiones y les compran la madera en Calingasta o Iglesia.
El ser proveedores de las mineras llevó a que tengan que constituirse de manera formal, por ello tienen la matricula de cooperativa nacional y también son proveedores del Estado. "Esto nos llevó a que tengamos que estar en regla para poder obtener otro tipo de ayuda", manifestó.

Pese a tener todo en regla, el presidente de la Cooperativa La Esperanza se queja de las grandes mineras como Gualcamayo o Josemaria "que nos piden grandes requisitos que nos complican. Nosotros les vendíamos a unos muchachos de Iglesia y ellos se las revendían a las mineras". Agregó que "hoy cuesta mucho poder ingresar a las empresas nuestras, acá en San Juan". Además, como toda institución pequeña los cooperativistas se quejan de la fuerte carga impositiva que tienen a la hora de producir.
La espiración de estos cooperativistas es "poder acceder a créditos, por lo que necesitamos la ayuda del gobierno. Si vos no tenés más de dos años de constituidos, no podes acceder a préstamos bancarios".
El objetivo que persiguen es adquirir una máquina para el aserradero "que se encuentra por encima de $1.5 millones", si bien el monto que necesitan no es alto "para nosotros es mucho", sostiene el cooperativista. "Necesitamos hacer un aserradero, no muy grande para poder trabajar y avanzar", afirma.
De hecho el objetivo es poder comprar la madera que tienen algunos clubes en la zona y de esa forma ayudarlos también con su economía. Sostiene que el pensamiento cooperativo es para poder reforzar el crecimiento de todos los que los rodean.
Haciéndose eco del nombre de la cooperativa Fabio Ibaceta afirma que "debemos tener "esperanza" para seguir creciendo. No todas son pálidas". Expresan que "la cooperativa, además de un trabajo, nos ha servido de un incentivo para los más viejos que han podido volver a trabajar".
Por último agradeció a quienes desde diferentes instituciones los ayudaron en su constitución.

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