Una escuela de vida
Se trata de la educación hospitalaria y domiciliaria que llevan adelante nueve docentes en nosocomios y casas particulares de SJ. Benefician a más de 900 alumnos.
Las escuelas hospitalarias y domiciliarias son instituciones educativas que tienen por misión garantizar la educación de niños y niñas con enfermedades orgánicas funcionales por ejemplo traumatológicas, accidentes, infecciosas, oncológicas, transplantes, cardiorespiratorias y otras.
En SJ, la escuela "sede" es en el tercer piso de Pediatría del Hospital Rawson. Allí se atiende a pacientes de Traumatología, Cirugía pediátrica y clínicos que incluye a los oncológicos.
Los chicos que padecen enfermedades con tratamientos prolongados son atendidos por una docente designada a principio de año, con ayuda de otra docente. Se atiende solamente en un turno debido a los cuidados a tener en cuenta. "Entendemos que ellos están con las defensas bajas, entonces hay que tener cuidado con el material que se utiliza, no podemos ir de habitación en habitación porque es un riesgo para los chicos", cuenta Carla Bucher, directora provincial de esta modalidad educativa.
"Las docentes al ingresar, según cómo estén los chicos, tienen que colocarse los kits esterilizantes que incluyen bata, cofia y barbijo para poder trabajar con ellos. El material que se utiliza es lavable y plastificado", agrega.
En el mismo turno mañana, también se atiende en el primer piso del hospital (sector de Diálisis) donde van los pacientes oncológicos para aplicarse las quimioterapias y en el sector de consultorio donde se hacen controles y análisis.
Por otro lado, la escuela anexo es en el Hospital Marcial Quiroga donde se trabaja en el área de quemados y en la sala de pediatría del primer piso.
Las docentes también asisten a las casas particulares de los chicos. "La mayoría de los alumnos domiciliarios son oncológicos y con otras enfermedades poco comunes. Otros pequeños tuvieron fracturas, han tenido cirugías y llevan mucho tiempo de recuperación sin poder ir a la escuela. El docente se pone en contacto con su escuela de origen y trabajan en conjunto", destaca Bucher.
Cada vez hay más demanda de alumnos domiciliarios, en este momento hay nueve docentes dedicadas a dar clase a estos niños.
Otra de las funciones de esta "escuela de vida" -según la directora- es guiar a los padres para poderlos inscribir en una institución, ya que muchos chicos no han sido escolarizados, suelen ser alumnos con alguna discapacidad.
Al trabajar con los pequeños en sus casas y en las habitaciones diariamente, se hacen relevamientos. En algunos casos, se evalúan vía mail desde el hospital y los padres envían las pruebas en sobres cerrados a las escuelas para su maestra de orígen.
"Esta experiencia es sumanente apasionante y gratificante, aunque también está atravesada por el dolor que te traspasa", confiesa Bucher.
A modo de anécdota, "el año pasado se llevó a cabo la Promesa de la Bandera en forma virtual desde la escuela de origen y nosotros acompañando al alumno en su domicilio".
"La tarea del docente es preciosa y uno se siente muy útil al acompañar a un niño en un momento difícil. También se contiene y se intenta llevar esperanza a las familias que acompañan, se juega con los chicos para intentar sacarlos de esa situación de dolor. Pero a veces hay pequeños que no logran superar la enfermedad. El año pasado y años anteriores, tuvimos muchas pérdidas de pacientes oncológicos de muy corta edad, esa parte de la tarea es la más difícil".
Por suerte, el agradecimiento de los pequeños y sus familias, las sonrisas alientan a seguir y a trabajar a los docentes todos los días con muchas ganas y alegría, entregando todo y buscando las mil maneras de ayudar al niño a pasar mejor su día.
Para poder solicitar este servicio, los padres tienen que acercarse a la escuela sede o al anexo, de 8 a 11.15 hs y de 14 a 17.15 hs.
Deben llevar: fotocopia del DNI del niño, una certificación de la escuela donde cursaba y el certificado médico con la patología y solicitud de la educación domiciliaria.
UN POCO DE HISTORIA
La educación domiciliaria hospitalaria tiene un extenso recorrido histórico en nuestro país. Surge en la mayoría de las provincias dentro del ámbito hospitalario intentando paliar los efectos generados por la epidemia de poliomielitis que afectó al país en la década del 50.
En la Argentina, la institución nació en 1947, en SJ fue la tercera escuela a nivel nacional cuando la señorita Julieta Sarmiento, docente desde 1917, se traslada a vivir al Hospital Rawson comenzando desde ese momento a dar clases a los niños hospitalizados sin límite de tiempo y cuidando de ellos también en aspectos espirituales y materiales, ya que su sueldo de docente lo utilizaba para asistir a los niños más necesitados, especialmente cuando requerían algún medicamento.
El 4 de abril de 1963 se inaugura oficialmente la escuela hospitalaria. Hasta ese año era un anexo de la escuela San Juan Eudes, luego en 1977 es incluída dentro del área de Educación Especial y comienza a funcionar el turno tarde en el Hospital Marcial Quiroga hasta nuestros días.
Se atiende a niños discapacitados físicos que padecen dolencias temporales o crónicas en edad escolar. Actualmente se atiende a los chicos desde Nivel Inicial hasta el término de la Primaria y Educación Especial.
Esta modalidad está enmarcada en la Ley Nacional 26.206 y tiene dos servicios desde 2010. En 2019 se crearon más cargos para el servicio domiciliario.
Próximamente, está en vistas de creación, la educación domiciliaria y hospitalaria para el nivel Secundario, al igual que Atención temprana (para niños de 45 días hasta los 3 años).
