Que el silencio se convierta en carnaval
Que el silencio se convierta en carnaval. El pasista sanjuanino cumplió su sueño y volvió a bailar en Gualeguaychú. Además, trabaja en el comercio y en sus ratos libres, junto a su grupo, organiza eventos de carnaval durante todo el año.
Maxi Agüero tiene 26 años y lleva el carnaval en la sangre. Nació en la Ciudad de SJ e integra el Carnaval de Chimbas desde hace 10 años. Se dio el gusto de bailar bailar en diferentes comparsas en la competencia masculina. El finde pasado volvió a vivir la experiencia en el carnaval de Gualeguaychú, denominado el Carnaval del País.
Cuenta que todo comenzó por una foto que le pidió a una chica de la comparsa y por las redes, le contó que anhelaba llegar al carnaval de Gualeguaychú, apreciar el vestuario y los espaldares de pluma. "Las hermanas Lucía, Celina y Ángel me ayudaron para cumplir mi sueño en el 2020, fue para mí un placer vivir aquella experiencia, justo la comparsa Ará Yeví ganó ese año y fue tetracampeona. Desde muy chiquito, jamás pensé que llegaría a esto, ahí me dí cuenta que los sueños sí se cumplen", cuenta emocionado.
"El año pasado no se hizo el carnaval entonces me puse las pilas y me propuse venir este año y acá estoy como integrante de la comparsa Kamarr y bailé también para Ará Yeví. Fue un placer apreciar el brillo, las plumas y la gente. Lo que más me hace feliz es el cariño de la gente, llegar al corsódromo con el público que te grita y alienta es un orgullo, si no compito, ya gané por el cariño".
Señala que la pandemia lo afectó por no poder vivir el carnaval en Chimbas. "Llevo mucho cariño y motivación para que el año que viene se pueda lograr la fiesta en todos los departamentos", destaca.
En cuanto a su futuro, Maxi proyecta "seguir creciendo como bailarín y adquiriendo más conocimientos para llegar en SJ a tener mi propia escuela de samba junto a mi grupo Samba Show, integrada por amigos carnavaleros: Betiana, Jorge, María y Agustina para disfrutar todo el año del carnaval, no solamente el finde largo. Cada año vamos creciendo y adquiriendo ideas nuevas para crear y lucir nuevos trajes".
Además de pasista, Maxi trabaja en una boutique. Y aunque sus horarios son complicados, en sus tiempos libres le dedica la vida al carnaval. De hecho, el anhelo de Maxi post pandemia es que "el silencio se convierta en carnaval para que la cultura no se pierda y sea carnaval toda la vida".