El trágico final de Carlos Monzón

Existieron dos Carlos Monzón. Uno, el boxeador, el gran campeón, el que se adueñaba del centro del cuadrilátero, y de a poco, con sus golpes certeros, iba demoliendo a sus rivales hasta mandarlos a la lona. Otro, el Monzón que vivía fuera del ring, el hombre que desde chico, no pudo, o no supo, como esquivar los golpes que la vida le dio.

El 8 de enero de 1995, en horas de la tarde, en la zona del paraje Los Cerrillos, mientras transitaba por la Ruta 1, que une su pueblo natal, San Javier, con la ciudad de Santa Fe, la vida le dio a Carlos Monzón un golpe mortal.

En el kilómetro 51, el Renault 19 gris que Carlos conducía a casi 140 km/h mordió la banquina, dio siete tumbos, pasó un zanjón, arrancó un ceibo, y a unos 35 metros de la ruta, se detuvo abruptamente. En ese trayecto descontrolado, el excampeón, que no llevaba puesto el cinturón de seguridad, salió arrojado del vehículo, perdiendo la vida instantáneamente.

Monzón tenía 52 años. Regresaba a la cárcel de Las Flores en Santa Fe, en donde estaba cumpliendo una pena de 11 años de prisión por haber matado a su pareja, Alicia Muñiz, el 14 de febrero de 1988 en Mar del Plata. El "Escopeta" gozaba de salidas transitorias, y en meses más, al cumplir las tres cuartas partes de su pena, saldría en libertad condicional.

Atrás quedaba su dura y sufrida infancia en San Javier, rodeado por una extrema pobreza. La mudanza obligada a Santa Fe por una inundación, cuando tenía ocho años, junto a su padre, su madre y sus hermanos. Los múltiples trabajos en la ciudad, vendiendo diarios, leche, lustrando zapatos, para poder contribuir con alguna moneda a la difícil situación económica que atravesaba su familia.

En esa ciudad también conoció a su maestro, su amigo, su consejero, Amílcar Brusa, quien lo metió en el mundo del boxeo, lo entrenó y lo acompañó desde el rincón en el centenar de peleas que realizó en el campo amateur, con 87 triunfos (52 KO), tres derrotas, nueve empates y una sin decisión.

Y también, durante toda su campaña como profesional, desde su debut el 6 de febrero de 1963 contra el entrerriano Ramón Montenegro, hasta su último combate el 30 de julio 1977, defendiendo con éxito su corona ante Rodrigo Valdez.

Atrás quedaba la gloria, el título mundial de Peso Mediano obtenido brillantemente el 7 de noviembre de 1970, cuando en el Palazzo dello Sport de Roma, noqueó al monarca en ese entonces, el italiano Nino Benvenutti.

Y además, sus 14 exitosas defensas del título, en siete años, ante Benvenuti, Danny Moyer, Emile Griffith, Benny Briscoe, Jean Claude Bouttier, Tom Bogs, "Mantequilla" Nápoles, Tony Mundine, Tony Licata, Gratien Tonna y Rodrigo Valdez.

Atrás quedaba su incursión en el cine, debutando en "La Mary" junto a Susana Giménez, la súper modelo de aquellos años, con quien estuvo en pareja durante un tiempo y que le hizo conocer el mundo del espectáculo, de la farándula, mundo en donde conoció, entre otros, al Negro Olmedo y Alain Delon.

Atrás quedaba la fatídica madrugada del domingo 14 de febrero de 1988 en Mar del Plata. La foto de Alicia Muñiz, muerta, tendida boca abajo, que apareció en las portadas de todas los diarios y revistas. La imagen de Monzón con el brazo vendado y en cabestrillo, tres días después para la reconstrucción de lo sucedido, saliendo al balcón de donde habrían caído los dos. El posterior juicio y la condena a 11 años de prisión.

Atrás quedaba el multitudinario sepelio al que asistieron más de 60 mil santafecinos, para despedir al gran campeón, para homenajear al hombre que tantas alegrías le había dado a la provincia de Santa Fe y al país; para decir adiós a "el hombre que tenía un trágico destino desde el día que nació", según señaló alguna vez el periodista Ernesto Cherquis Bialo.