Abril: una lágrima como padre
Por Sergio Andrada
La noticia de la muerte del Wey Zapata me conmocionó. Pero todo empezó el mismo día que perdió su brazo izquierdo en un accidente. Me tocó escribir esa nota y dolió.
Me entusiasme con su recuperación.
Me alegró verlo en una moto de nuevo, aunque también me dio miedo y pensé como padre también que sería de el.
La forma de partir no dolió porque lo hizo en su salsa y haciendo lo que amaba, pero volví a pensar en sus padres. La multitudinaria caravana me conmovió. Se me erizó la piel y hasta se me corrió una lágrima y siempre pensando como padre, mas que como periodista.