La primera superfinal fue para Boca
El 22 de diciembre de 1976, el Xeneize derrotó a River Plate por la mínima diferencia y se consagró campeón del Torneo Nacional de Fútbol de ese año.
Faltaban tres días para la Navidad de 1976, año en que la sombra de la dictadura militar comenzó a teñir con sangre cada uno de los rincones del país. En ese contexto de miedo, de terror, Boca y River volvían a enfrentarse. No era un superclásico más. Era el superclásico más importante de todos. Por primera vez en la historia, Xeneizes y Millonarios se enfrentaban para definir un título, el del Campeonato Nacional 1976.
Boca, que sacó el pasaporte a la final al superar a Huracán, buscaba el bicampeonato. El equipo dirigido por Juan Carlos Lorenzo se había consagrado en el Metropolitano de ese año e intentaba empardar a su clásico rival que se llevó los dos títulos en 1975 después de 18 años de sequía.
River llegó al partido decisivo ganándole al equipo sensación de aquellos años, Talleres de Córdoba. El Millonario, conducido por Ángel Labruna, quería aguarle la fiesta a Boca y dar una nueva vuelta olímpica.
El Cilindro de Avellaneda fue el escenario de esa gran final. Según los medios de la época, 69.099 espectadores pagaron entrada, pero se estima que esa noche del 22 de diciembre había más de 90 mil personas en el estadio de Racing.
Tanta fue la expectativa que generó el partido, que más de 150 fotógrafos pertenecientes a medios de la Capital y el interior estuvieron presentes en el campo de juego. Todos querían tener una imagen del partido más importante, hasta ese entonces, de la historia del fútbol argentino.
Al ver este escenario, el árbitro Arturo Andrés Ithurralde, minutos antes de que los equipos ingresaran a la cancha, decidió convocar a su vestuario a los capitanes de Boca y River, Suñé y Perfumo, respectivamente, para realizar el sorteo y que queden liberados para los fotos cuando pisaran el campo de juego.
En el primer tiempo pasó poco y nada. La revista Goles señaló en su edición que en esos primeros 45 minutos " los dos equipos estaban limitados por sus miedos... Fue tenso, con pocas jugadas de peligro". Por su parte, El Gráfico describió: "El marco y la camiseta no consiguen disimular la pobreza futbolística. Son Boca y River, con lo que pueden y con lo que saben".
Lo más relevante de esa primera etapa fue un supuesto penal de Gatti a Luque y la gran atajada del Loco, ante un disparo de media cancha de Juan José López, que se metía en el ángulo superior izquierdo de su arco.
En el segundo tiempo, Zanabria reemplazó a Felman en Boca, y a los pocos minutos, Labruna movió el banco de River y mandó a la cancha a Cocco en reemplazo del cordobés Beltrán. Los cambios le hicieron mejor a Boca, que comenzó a predominar en el juego.
Sin embargo, cuando el cero parecía inamovible y todo indicaba que sería necesario un alargue para definir al ganador, llegó la jugada que marcó el destino de la final. A los 27 minutos, Passarella le cometió una falta a Veglio cerca del área del Millonario.
Los jugadores de Boca estaban advertidos por el zorro de su técnico que River demoraba mucho en hacer la barrera. Al pitar la falta, Suñé, tomó la pelota y mientras se iba agachando para ponerla en el piso, le pidió al árbitro patear. Ithurralde le concedió el pedido levantando los brazos. Apenas ubicó el balón en el piso, el capitán de Boca sacó un derechazo, con poca fuerza pero con mucha precisión, que se clavó en el ángulo izquierdo de Fillol, que solo atinó a ver como la pelota ingresaba en su arco.
Poco pudo hacer River en los minutos que quedaban. Salió a buscar en forma desesperada, sin muchas ideas, el empate. Boca, por su parte, se agrupó en su campo para tratar de definir el partido en un contrataque, su arma más letal. Cerca del final, el árbitro le anuló un gol a Taverna por posición adelantada.
La suerte estaba echada. Con el pitazo final llegó el festejo alocado y la vuelta olímpica de los jugadores Xeneizes, la segunda en aquel año. Boca cerraba un exitoso 1976, quedándose con la primera superfinal del fútbol argentino.
Síntesis del partido
Boca Juniors (1): Hugo Gatti; Vicente Pernia, Francisco Sá, Roberto Mouzo, Alberto Tarantini; Jorge Ribolzi, Rubén Suñé, Carlos Veglio; Ernesto Mastrángelo, Juan Taverna y Darío Felman (Mario Zanabria). DT: Juan Carlos Lorenzo.
River Plate (0): Ubaldo Fillol; Pablo Comelles, Roberto Perfumo, Daniel Passarella, Héctor López; Juan José López, Reinaldo Merlo, Alberto Beltrán (Victorio Cocco); Pedro González, Leopoldo Luque y Oscar Más. DT: Ángel Labruna.
Goles: 27 ST Rubén Suñé (BJ).
