Una confusión causó revuelo e intervino la Policía
Varios móviles policiales llegaron tan rápido como pudieron a un local ubicado en avenida España pasando Agustín Gómez, en Capital.
Los efectivos habían sido alertados acerca de que un hombre estaba ebrio y tenia en su poder a una nena.
Al arribar al lugar, los policías se interiorizaron sobre la situación y descubrieron que todo era una confusión de algunas personas y que no existía ningún delito ni situación complicada.
El hombre que buscaban, dialogó con los periodistas de este medio, y explicó todo lo que estaba ocurriendo.
"Esta mañana llamé a una remisera. El operador se molestó porque cuando le llamé, a él le figuraba un domicilio de localización y yo no estaba en ese lugar y me cortó abruptamente. Al ratito volví a llamar a la remisera y pedí un remis. El chofer llegó a mi casa y yo subí con mi hija, que hoy no fue a la escuela y me vine a hablar con la gente de este negocio porque yo me dedico a la actividad inmobiliaria", manifestó.
Continuó con su relato y sostuvo que: "el operador parece que fue quien llamó a la Policía diciendo que yo estaba borracho y que andaba con una menor. Esa menor es mi hija que vive conmigo algunos días y otros días con su madre porque tenemos la tenencia compartida. Yo no voy a dejar a mi hija sola por eso me la traje".
Los uniformados para echar luz al caso, se comunicaron con la mamá de la niña y la convocaron para tomarle declaración. Ella terminó corroborando todo lo que había expuesto su pareja.
Una vez que concluyeron con las entrevistas, los patrulleros se fueron y todo quedó en una simple anécdota.