Su nombre sonó en todos los medios este fin de semana. Sin que haya habido clásico entre River y Boca, Pablo Pérez fue noticia. El capitán “xeneize” fue el más damnificado por la agresión que sufrió el plantel de su equipo antes de llegar al Monumental para disputar un partido que finalmente no pudo jugarse.

"¿Qué pasaba si jugábamos y ganábamos en su cancha? Me matan. Tengo mi esposa, tres hijas. La mayor me abrazó cuando llegue a casa y estaba llorando”, contó el volante en diálogo con los medios.

"No puedo ir a una cancha donde no me brindan seguridad. Si la gente estaba loca antes de entrar, imaginate si les dábamos la vuelta en su estadio. ¡Me matan! No voy a jugar en una cancha donde puedo morir", sentenció el capitán Xeneize.

"Nunca me vino a ver el médico de la Conmebol. Repito: nunca. Y fue al vestuario y firmó un papel diciendo que yo estaba en condiciones (de jugar)... Y no veía nada, no me vino a ver ni al hospital, jamás me revisaron. ¡No vino el médico de la Conmebol!”, remarcó saliendo al cruce de otras versiones.